Oviedo, J. L. S.

El Gobierno puso ayer fecha de caducidad a la ayuda de 426 euros para los desempleados que agoten el resto de prestaciones, un subsidio que desde el verano de 2009, cuando se puso en marcha, ha beneficiado a más de 16.000 asturianos. Con cada prorroga de seis meses que se ha venido aprobando, más de 5.000 desempleados asturianos accedieron a la ayuda. Presumiblemente, un número semejante de ellos quedará privado de acceder al dinero después de febrero de 2011.

En un escenario con más de cuatro millones de parados en España (78.140 de ellos en el Principado), el Ejecutivo anunció ayer que la ayuda dejará de funcionar cuando expire la prórroga vigente, aprobada en agosto de este año y que finaliza en febrero de 2011. Esta ayuda de emergencia ha sido prorrogada ya en tres ocasiones, cada una de ellas por un período de seis meses, y ha llegado a cerca de millón de personas en todo el país.

El flamante ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, anunció hace dos meses, en una de sus primeras declaraciones tras llegar al cargo, que se iba a prorrogar el subsidio más allá de febrero. Sólo dos días después, la ministra de Economía, Elena Salgado, rectificó a Gómez y supeditó el futuro de la ayuda a la evolución de los Presupuestos.

Jesús Iglesias, coordinador general de IU, aseguró ayer que la eliminación del subsidio tendrá su repercusión en las arcas asturianas, porque incrementará la demanda del salario social que abona el Principado. Según su cálculos, la Administración asturiana recibirá al menos un millar de solicitudes. El salario social supondrá en 2011 un desembolso de 32 millones de euros, 11 millones más que en 2009. El desempleo de larga duración ha hecho que muchos asturianos hayan tenido que acudir a esta paga para poder completar sus ingresos. En concreto, de este sueldo se benefician en la actualidad unos 17.800 asturianos. Según señalaron fuentes de la Consejería de Vivienda y Bienestar Social, una familia asturiana acogida a esta paga y con tres miembros cobra de media unos 607,25 euros al mes.

Los sindicatos criticaron ayer con dureza las nuevas medidas anticrisis anunciadas por el Gobierno, mientras que la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) las calificó como «adecuadas». Uno de los cambios que más ha saludado la patronal es la rebaja en el impuesto de sociedades, que se ampliará la base imponible para las empresas que tributan al tipo reducido, de los 120.000 euros actuales de beneficio hasta los 300.000 euros y que, además, amplía la definición de empresas de tamaño reducido. Según el secretario general de la FADE, Alberto González, estos cambio beneficiarán a unas 700 empresas de la región». «Es una medida que va en la buena dirección», señaló.

En cambio, la dirección de UGT en Asturias aseguró que lo que necesita el país para sanear las cuentas y sostener los servicios y la inversión es todo lo contrario a una rebaja de impuestos. «Es necesario recuperar tasas como la de patrimonio o sucesiones y donaciones», señalaron fuentes de UGT. Antonio Pino, secretario general de CC OO en Asturias, aseguró que la solución para salir de la crisis «no debe de ser limitar los ingresos públicos y recortar las medidas de protección para los desempleados». El sindicalista calificó de «antisocial» la medida de retirar la ayuda de 426 a partir de febrero.