Madrid, Agencias

El secretario de Estado de Economía, el asturiano José Manuel Campa, abogó ayer por «desdramatizar» la subida de la luz prevista para el mes de enero y a «aceptar las tendencias del mercado» energético, al tiempo que eximió de responsabilidad al Gobierno, puesto que no subirán los costes regulados. El recibo de la luz se encarecerá a partir de enero en una proporción que aún no ha precisado el Ministerio de Industria pero que, según cálculos del sector eléctrico, podría acercarse al 10%.

En un acto organizado por el diario económico «Cinco Días», el «número dos» del Ministerio de Economía explicó que el peso de la factura de la luz en la cesta de consumo de una familia tipo es del 2%, por lo que, para un gasto mensual medio de 2.200 euros, su coste no sobrepasa los 44 euros. Con estas cifras en la mano, Campa pidió calma: «Hemos de intentar desdramatizar el impacto de estas subidas».

Por otro lado, Campa argumentó que la subida de la luz responde al repunte del coste de los productos energéticos, «no a los costes regulados», y que «hay que aceptar estas tendencias» de subidas y bajadas de precios.

«Muchos estamos sufriendo el aumento del precio de la gasolina. Es importante comunicar al consumidor que la electricidad es un 'in-put' que puede subir y bajar», apostilló. Las organizaciones de consumidores han denunciado que la factura eléctrica media de los hogares se ha encarecido en casi 160 euros anuales desde 2007 y que el nuevo incremento que se aplicará en enero elevará el recibo en 55 euros más si finalmente se aplica el comentado 10%. El Gobierno ha decidido no subir la parte regulada de la tarifa (aproximadamente el 50% del recibo), pero el resultado de la subasta que fija el resto del precio (coste de la energía) indica que, salvo una decisión política en sentido contrario, el aumento de enero será importante. Fuentes del sector eléctrico han señalado que ciertos costes asociados al decreto que prima el uso del carbón nacional en las térmicas pueden encarecer más la tarifa.

José Manuel Campa también defendió ayer que en los últimos seis meses ha habido un cambio «sustancial» respecto a la percepción que se tenía de la economía española, ya que ahora se empieza a reconocer su «claro potencial de crecimiento a medio y largo plazo». Así, dijo, la Comisión Europea ha estimado un crecimiento para España del 1,7% en 2012, en tanto que el FMI o la OCDE prevén que lo haga por encima del 2% a partir de 2013. Para Campa, este cambio, que «marca un signo esperanzador», está basado en el resultado de las reformas en marcha. Campa dijo que aunque los datos macroeconómicos de España todavía «no son buenos», sí apuntan que en el medio y largo plazo, «vamos en la dirección correcta».