El pleno del Congreso levantó hoy el veto del Senado a los Presupuestos Generales del Estado de 2011, gracias al apoyo del PNV y CC, frente a la opinión del resto de grupos parlamentarios que insistieron en que las cuentas no ayudarán a la recuperación económica.

En su última votación en el Congreso de los Diputados, las cuentas recibieron el apoyo de 177 parlamentarios (PSOE, PNV y CC), que rechazaron el veto planteado por el Senado, frente a 171 votos en contra de los presupuestos del resto de grupos y favorables a mantener dicho veto.

Para la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, los presupuestos serán, junto con las reformas estructurales promovidas, la clave para una recuperación económica que pasa necesariamente por la consolidación de las cuentas públicas, con el objetivo de que el déficit del conjunto de las administraciones no supere el 6% del PIB a cierre de 2011.

Salgado reiteró que la recuperación económica pasa por la reducción del déficit público y la consolidación fiscal y negó que los presupuestos sean de "duro ajuste", tal como achaca el texto del veto del Senado.

Además, insistió en la austeridad de las cuentas de 2011 aunque puntualizó que los recortes que han alcanzado a casi todas las partidas se han hecho de forma "selectiva" manteniendo el núcleo de la protección social.

El portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, criticó que el Gobierno haya provocado un "agujero" en las cuentas públicas con su política económica, apoyada por otros grupos, y ahora asegure que la recuperación pasa necesariamente por la consolidación presupuestaria y la reducción del "mayor déficit público de la historia" de España.

Montoro justificó el rechazo de su grupo a las cuentas del próximo ejercicio por ser "inaceptables, intolerables e inadmisibles".

El portavoz de CiU, Pere Macías, explicó que la formación nacionalista rechaza los presupuestos porque son los de la improvisación y la recesión, además de que "son incapaces de sacarnos de ella".

Para el diputado de ERC Joan Ridao, los presupuestos continúan siendo "francamente antisociales", por el recorte a la ley de dependencia, la amortización casi total del fondo de integración de los inmigrantes y la reducción de las prestaciones para maternidad y paternidad, mientras la "guinda" es el recorte del poder adquisitivo de los pensionistas.

Nuria Buenaventura, de IU-ICV, afirmó que el Gobierno está desmantelando progresivamente el ya de por sí "raquítico" estado del bienestar español, con unas cuentas que ni sirven para la recuperación económica ni para crear empleo.

Desde el BNG, Francisco Jorquera reiteró que los presupuestos dificultan la recuperación, tienen carácter antisocial y no cumplen con la necesidad inversora de Galicia.

Por parte de NaBai, Uxue Barkos, aseguró que los presupuestos cargan el peso de la crisis sobre las capas más desfavorecidas, como ocurre con la congelación de las pensiones.

Desde UPyD, Rosa Díez, señaló que el escenario macroeconómico diseñado por el Ejecutivo es "poco creíble" y añadió que las cuentas han fracasado antes de aprobarse porque su objetivo no era resolver la situación, sino "mantener al Gobierno y a Zapatero en La Moncloa".

En cambio, a favor de las cuentas se mostró el PNV, cuyo portavoz, Pedro Azpiazu, consideró que es "absolutamente imprescindible" su aprobación, porque aunque los presupuestos no son los mejores, son de los pocos posibles.

Ana Oramas, de CC, justificó el apoyo de su grupo porque los presupuestos son "los únicos posibles y realistas".