Presidente de la Federación Asturiana de Empresarios

Oviedo, Javier CUARTAS

Severino García Vigón, empresario e hijo de minero, emprendió el viernes su quinto mandato al frente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). Fue elegido por aclamación tras 16 años en el cargo, que compatibiliza con la presidencia de la Cámara de Comercio de Oviedo. La CEOE le ha encomendado coordinar a la patronal española y al Consejo Superior de Cámaras. Tras su reelección, desveló a este diario su planes para los próximos cuatro años al frente de la patronal asturiana y su análisis de la situación económica.

-¿Cuál es su objetivo capital para los próximos cuatro años al frente de FADE?

-Hacer todos los esfuerzos para salir de la crisis. Y a partir de ahí habrá que cambiar muchas cosas. Lo anterior no nos vale. Nada va a ser igual de como fue. Esta crisis va a servir para poner la moral y los valores en primer lugar. Ya no podrán ser tan fáciles como fueron los enriquecimientos rápidos de esos ejecutivos de éxito que nos llenaban de asombro a quienes nos hemos desenvuelto en el trabajo duro y el dinero caro.

-Pero en los años de la euforia económica española a casi todo el mundo parecía irle muy bien.

-Se vivía por encima de las posibilidades. El que tenía un prado parecía que tenía una mina de oro. Bastaba con una recalificación. Y los ayuntamientos obtenían por la construcción cuantiosos ingresos fáciles y empezaron a asumir tareas a las que no estaban obligados. En regiones como la nuestra había tanta gente con su pensión asegurada que esto nos hacía sentir cómodos. No hay que recrearse en la crisis, pero tenemos que poner los pies en la tierra. El empresario debe acostumbrarse a trabajar con más dificultades, y los trabajadores, que sabían que tenían la protección social si las cosas iban mal, ya nada tendrán seguro.

-Esto será doloroso.

-Pero es el único efecto positivo de la crisis: entender que las cosas son más difíciles de lo que habíamos creído. Todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades: empresas, familias, administraciones. Estábamos en superávit fiscal y en menos de dos años todo se nos ha venido abajo.

-El conjunto del Estado debe el 60% del PIB (menos que la media europea), pero empresas y familias españolas deben el 300%.

-Soy consciente de la culpa que tenemos todos. No hay ningún tipo de disculpa. Pero el problema que tenemos ahora es de crecimiento. Porque la banca internacional no presta porque no se fía de que vayamos a crecer y a generar riqueza para devolver ese dinero que pedimos prestado. Por eso hay que crear condiciones para generar empresas. Esta dosis de realismo es fundamental para todos.

-¿Y para Asturias?

-Para Asturias, a la que se había acusado de vivir de la cultura de la subvención, también es importante. El problema es que la crisis nos ha pillado con el pie cambiado. En Asturias ya habíamos cambiado muchas cosas, estábamos en el camino de la normalidad pero aún no habíamos convergido con España, aunque estábamos en ello. Ya habíamos dejado de depender de las empresas públicas y sin embargo hoy hay más gente trabajando en Asturias de la que había en los mejores tiempos de aquella etapa de esplendor de la gran industria pública. La crisis nos ha llegado cuando estábamos justo en el proceso de tránsito de una cultura a otra y ya habíamos empezado a prescindir incluso de los fondos europeos.

-Pero la crisis ha sido menor en Asturias que en España.

-Los efectos de la crisis se atenuaron en Asturias porque coincidió justo cuando se estaba haciendo en la región la mayor inversión en obra pública de la historia, con la ejecución simultánea de El Musel, el nuevo Hospital (HUCA), la variante de Pajares, las autovías del Cantábrico, del Suroccidente... Va a ser imposible que se repita un despliegue tal de obras e inversión. Y además el efecto de la crisis también fue menor porque aquí no se cometieron los excesos de edificación que hubo en otros sitios. Esto fue posible gracias a la concertación social y a la existencia de instrumentos como Sogepsa.

-¿Y FADE cómo va a actuar en el nuevo contexto?

-FADE debe acomodarse a las circunstancias. Afortunadamente en Asturias se ha pasado de la crítica social a los empresarios al elogio a los emprendedores y a los creadores de riqueza, como hizo el presidente de Asturias el viernes en nuestra asamblea. Eso no ocurría antes. Y otros pregonan el diálogo social, pero aquí se ha practicado... ¿Cómo podemos decir que no hemos cambiado en Asturias? Ojalá lo hubiese hecho también el Gobierno de España.

Severino García Vigón (La Hueria Carrocera, San Martín del Rey Aurelio, 1941)

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, fue alumno de profesores como Fuentes Quintana, Ramón Tamames o Juan Velarde.

Es presidente del consejo de administración del grupo García Rodríguez Hermanos. También ha impulsado varios negocios en los sectores de la distribución de gas, la construcción y la hotelería.

Fue presidente del CES en Asturias y del Ente Asturiano de la Energía.

Su trayectoria profesional ha recibido varios premios y distinciones.

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