Oviedo / Madrid,

J. CUARTAS/ Agencias

El Gobierno parece dispuesto a dar un cierto respiro a las cajas de ahorros. Aunque el Ministerio de Economía ya ha comunicado a estas entidades que les exigirá un 10% de recursos propios de calidad sobre activos ponderados por riesgo frente al 8% que reclamará a los bancos para garantizar su fortaleza, el Ejecutivo está manejando un nuevo concepto de solvencia («capital principal») que, de ser finalmente adoptado en vez del habitual de «core capital», concedería cierto margen a las entidades de ahorro para aprobar el examen.

La figura del «capital principal», de nueva definición, es más holgado que el de «core capital» y permitirá a las cajas contabilizar como recursos propios de alta calidad no sólo el capital social y las reservas, y en su caso las cuotas participativas, sino también los títulos emitidos que sean convertibles en acciones. En este último supuesto están, por ejemplo, los bonos convertibles pero también las participaciones preferentes que las cajas entregaron al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como garantía de los créditos solicitados y por los que el FROB (el Estado) percibe un interés del 7,75%, dado que en caso de impago también son convertibles en acciones.

Además, el «capital principal» permitirá contabilizar las primas de emisión, intereses minoritarios, activos inmateriales y ajustes por valoración, sobre todo de aquellos bienes patrimoniales cuya tasación pueda ser actualizada.

Sobre esta nueva conceptualización del rango de solvencia pivota el acercamiento que se está tratando de propiciar entre la patronal de cajas (CECA) y el Ejecutivo, que el viernes, salvo sorpresa, pretende aprobar en Consejo de Ministros el nuevo decreto sobre cajas. Estas entidades intentarán en esta semana lograr del Ministerio un plazo más holgado para capitalizarse. El Gobierno fijó la fecha límite en septiembre. Las entidades que no lo hayan logrado pasarán a ser participadas por el Estado a través del FROB, lo que entrañará una nacionalización parcial y temporal ( máximo de cinco años). Pero, en el caso de las cajas y para que el FROB pueda entrar en su capital, las entidades que incumplan en septiembre las ratios de solvencia serán forzadas a convertirse en bancos.