Oviedo, Javier CUARTAS
Los grupos Masaveu y Alvargonzález, las dos más importantes organizaciones empresariales de carácter familiar en la economía asturiana de las que tienen continuidad mercantil desde el siglo XIX, han tomado posiciones en el negocio del capital-riesgo, con su incorporación al grupo Diana Capital, con sede en Madrid, y entre cuyos inversores también figura la dinastía Carceller, de origen catalán y ex accionista de la eléctrica asturiana HC Energía.
Los Masaveu ya estaban presentes en el sector, pero como accionistas muy minoritarios (1,29%) de la Sociedad Regional de Promoción del Principado (SRP), de mayoría pública, y en la que también participan Cajastur, HC Energía, Caja Rural de Asturias y Banco Sabadell.
En los fondos inversores de Diana Capital también han tomado posiciones varias cajas de ahorros (caso de CAM, ahora asociada a Cajastur, y Caja Madrid, presidida por el asturiano Rodrigo Rato) y Seguros El Corte Inglés, filial del grupo homónimo, de mayoría y raíz asturianas.
La entrada de Masaveu y Alvargonzález en el negocio del capital-riesgo se produce en un contexto de fuerte crecimiento de este tipo de actividades inversoras, caracterizadas por la toma de participación con carácter temporal en el capital de empresas, bien de nueva creación o en expansión, y de las que se esperan fuertes desarrollos y revalorizaciones antes de que se agote el plazo óptimo para la desinversión por parte del fondo de capital-riesgo.
En un escenario aún de bajos tipos de interés, con incógnitas pendientes sobre la deuda soberana y con las materias primas muy revalorizadas -y por ello con un potencial de recorrido al alza reducido y sujeto a muchas incertidumbres-, el sector empresarial vuelve a acaparar la atención de los inversores, en la creencia de que buena parte de la corrección de los excesos previos a la crisis ya han podido depurarse.
Así lo parece indicar la Bolsa, en la que el Ibex-35, que llegó a caer hasta los 6.800 puntos en el peor momento de 2009, ha remontado desde entonces hasta cerca de los 11.000 puntos, aunque sigue aún muy lejos de agotar sus posibilidades de revalorización en comparación con los máximos alcanzados en los primeros meses de 2008.
Ese mismo ciclo parece estar siguiendo el sector del capital-riesgo. Tras la profunda caída de actividad experimentada en 2009 (solo movió en España 1.400 millones), el volumen de inversión creció el año pasado el 107%, hasta los 2.900 millones de euros, pese a lo cual sigue siendo aún un 18,3% inferior al movimiento que se registró en 2008 (2.450 millones de euros).
La entrada ahora de los Masaveu y los Alvargonzález en el capital-riesgo se suma a la de otros grupos asturianos que emprendieron hace varios años su entrada en el sector. Así, la familia asturiana CosmenMenéndez-Castañedo dispone de su propia compañía de esta naturaleza (CMCXXI) y participan en Prince Capital Partners, que fue la primera sociedad privada asturiana de capital-riesgo, constituida en 2008.
De Torsa Capital, la gestora de Prince Capital, son accionistas a su vez las empresas y empresarios asturianos Jesús Serafín Pérez Díaz, Luis Fernando Arboleya Heres, Valle Ballina Fernández, Alfredo Escandón Pérez, Carlos Antuña Ramos, Pedro Luis Fernández y Jesús Torres García. Como inversores en sus fondos se sumaron luego los empresarios Alberto Lago, Moisés Álvarez del Valle, Víctor Tejuca, María López Alonso, José Castro, María Luz Suárez y María del Carmen Blanco.
La compañía Diana Capital, que opera desde 2000, invierte en compañías españolas de tamaño medio y con vocación de liderazgo -sobre todo, del sector industrial- para financiar su crecimiento. En los últimos once años ha tomado posiciones en empresas de iluminación exterior, auxiliar de automoción, producción audiovisual, distribución de climatización, mueble tapizado y sector energético. El pasado diciembre registró su segundo fondo o vehículo de inversión, Diana Capital II, que prevé invertir entre 10 y 25 millones de euros en cada una de las ocho compañías en las que aspira a participar (dos por año) hasta 2014.
