Oviedo, L. GANCEDO

Hidrocantábrico (HC Energía) puede convertirse en la compañía eléctrica más damnificada por el deterioro del negocio de la energía en España. El grupo que preside Manuel Menéndez ganó el pasado año 83 millones de euros, un 63% menos que en 2009. La crisis económica y financiera y el funcionamiento del mercado de generación, que redujo drásticamente la actividad de las centrales térmicas (de carbón o de gas), pasaron esa factura a HC Energía.

Hidrocantábrico, controlada por el grupo portugués EDP, tiene su negocio concentrado en el mercado español, a diferencia de Endesa, Iberdrola o Gas Natural-Fenosa, que han amortiguado la caída de actividad en España con sus posiciones en el extranjero. Sin esa vía alternativa de negocio, las cuentas de HC resultaron afectadas en primer lugar por las dificultades de las centrales de carbón y de los ciclos combinados de gas. Manuel Menéndez, así como João Manso, consejero delegado de HC, remarcaron ayer cómo la crisis y la dieta eléctrica de España, donde cada vez pesan más las energías renovables, ha reducido el «hueco térmico», dejando poco espacio para que las centrales que utilizan combustibles fósiles entren en el mercado. Esta circunstancia se agravó además al ser 2010 un año con un alto funcionamiento de las centrales hidroeléctricas, debido a la alta pluviosidad.

Es más, los directivos de HC subrayaron que los ciclos combinados han funcionado a menudo en pérdidas. Las centrales de gas, sean de Hidrocantábrico o de otras compañías, fueron planificadas estimando un funcionamiento medio anual superior a las 4.500 horas. La mayoría de ellas están funcionando como mucho 2.000 horas. Conclusión: el avance de los parques eólicos y de otras energías renovables, asociado al bajo dinamismo de la demanda por la crisis económica, está poniendo contra las cuerdas la viabilidad de las centrales en las que más dinero han invertido las empresas eléctricas durante la última década, siguiendo las indicaciones de la planificación energética de los sucesivos gobiernos.

HC acaba de estrenar el segundo ciclo combinado asturiano en Soto de Ribera y ya dispone de un total de cuatro centrales (dos en Navarra y dos en Asturias). Suponen casi el 40% de toda la cartera de generación del grupo. En torno a otro 40% está formado por térmicas de carbón que en 2010 redujeron su actividad un 27,7%. Hidrocantábrico quedó, por tanto, muy expuesta a difícil posición que ahora tienen las instalaciones térmicas en el modelo energético español. Como en ocasiones precedentes, Manuel Menéndez y João Manso instaron al Gobierno a mejorar la retribución de esas centrales, aumentando los llamados «pagos por capacidad», el dinero que reciben por su función de respaldo para cubrir, por ejemplo, la caída de la producción eólica cuando deja de soplar el viento.

HC, que intensificó su actividad comercial y ganó clientes tanto de electricidad como de gas (a través de Naturgás), pagó también en 2010 las consecuencias del difícil entorno crediticio. El aumento de los costes financieros, expuso la empresa, contribuyó al deterioro de la cuenta de resultados. Hidrocantábrico cerró el año con una deuda neta de 2.708 millones.

Ese endeudamiento es, en su mayor parte, consecuencia de las inversiones realizadas por la compañía dentro y fuera y de Asturias en los últimos años. ¿Frenará HC sus inversiones ante el difícil entorno energético y económico? Manuel Menéndez volvió a dejar claro que Hidrocantábrico mantiene congelado el proyecto de una nueva central de ciclo combinado de El Musel, proyecto en el que han puesto mucho énfasis el Gobierno regional. «El ciclo inversor del sector eléctrico en esas tecnologías puede darse por terminado; no van a ser necesarios a corto plazo más ciclos combinados», respondió el directivo.