Penagos (Cantabria),

Rebeca AJA

Asturias está a punto de estrenar una de sus nuevas «autopistas energéticas» con la inminente puesta en marcha de la línea Soto de Ribera-Penagos, que enlaza la región con Cantabria. Es una conexión de 178 kilómetros que entrará en servicio «dentro de unos ocho o diez días», anunció ayer el delegado de Red Eléctrica de España (REE) en la zona Norte, Antonio González Urquijo. Ayer mismo, los operarios de REE realizaban algunos de los últimos trabajos en las torres del tendido que atraviesa el municipio cántabro de Cabezón de la Sal. La obra alivia los problemas de interconexión eléctrica del Principado, pero no ataja la vulnerabilidad de la red asturiana, que quedó en evidencia tras una reciente avería, según el criterio que comparten Red Eléctrica y el Gobierno asturiano.

El enlace eléctrico de Asturias con Cantabria entrará en funcionamiento tras veintidós años desde que la línea de 400 kilovoltios entre Soto de Ribera y el municipio cántabro de Penagos fuera concebida e iniciara su tramitación administrativa. La comentada tramitación, que comenzó en 1989, estuvo salpicada de obstáculos y pleitos por la muy activa oposición al tendido tanto en territorio cántabro como en el asturiano. De hecho, las torres de Soto-Penagos comenzaron a ser instaladas en el año 2000, pero una sentencia del Tribunal Supremo paralizó los trabajos en 2002. Las obras se reanudaron en 2009, con una inversión de 117 millones de euros.

La línea astur-cántabra es una de las tres que partirán de la subestación de Penagos, que hoy será inaugurada y que comenzará a funcionar el próximo lunes. La posterior entrada en servicio del tendido Soto-Penagos permitirá a la comunidad asturiana «duplicar la capacidad de conexión que existe entre Cantabria y Asturias», concretó ayer Antonio González Urquijo. Esta «autopista energética» tiene un doble valor para el Principado, según REE: de un lado, refuerza la capacidad para «exportar» hacia Cantabria electricidad producida en Asturias; de otro, añade robustez al mallado de alta tensión y, con ello, mejora la seguridad de suministro interior. Ahora bien, sostiene REE, Soto-Penagos no resuelve del todo los riesgos que entraña la deficitaria conexión eléctrica del Principado con el resto de España.

La caída de un cable en una de las dos únicas líneas de 400 kilovoltios que enlazan Asturias con la Meseta hizo que la red regional quedara en precario y con riesgo potencial de apagón durante seis días de marzo, según alertó REE. La compañía sostiene que, para conjurar definitivamente ese riesgo, Asturias necesita también las otras dos «autopistas eléctricas» que están en proyecto o ya en obras: Sama-Velilla, hacia la Meseta, y Boimente-Grado, nueva conexión con Galicia que se encuentra parcialmente en construcción.

La subestación de Penagos será el corazón de un sistema con tres líneas de 400 kilovoltios: la línea Penagos-Aguayo, que conecta Cantabria con Castilla y León; el trazado Soto de Ribera-Penagos y la futura Penagos-Güeñes, que unirá Cantabria con el País Vasco. Esta última obra también ha sido paralizada por el Tribunal Supremo en un tramo de ocho kilómetros, aunque REE confía en que esté acabada en 2014.

La conexión Soto-Penagos permite evacuar el excedente energético asturiano a una comunidad deficitaria de energía como es Cantabria. Pero, a su vez, esta conexión permite reforzar el suministro eléctrico a la comunidad asturiana en determinadas circunstancias, como en caso de averías semejantes a la ocurrida a principios de marzo en el tendido Soto-La Robla, en Pajares.

Con la «autopista eléctrica» Soto-Penagos, el Principado podrá tanto evacuar como recibir energía. «En estos momentos, Asturias es una comunidad claramente exportadora de energía, pero eso no quita para que en determinados momentos necesite importar energía», apostilló González Urquijo. En 2010, Asturias tuvo que «importar» electricidad durante varios meses.