Oviedo, L. G.

La energía eólica aportó durante el mes de marzo el 21% de los kilovatios que se consumieron en España y se erigió, por primera vez, en la tecnología líder de la dieta eléctrica del país. Nunca antes la aportación de los molinos de viento había sido tan intensa durante un mes completo, superando las producciones de los complejos nucleares o de las centrales alimentadas por gas natural y casi duplicando el balance de las térmicas de carbón.

El aumento de la capacidad productiva (potencia instalada) y el favorable comportamiento del viento han propiciado el nuevo avance de la energía eólica, que durante 2010 generó el 16% de la electricidad consumida en España. Este marzo, la producción eólica alcanzó los 4.738 gigavatios por hora, suficientes para cubrir toda la demanda de un país como Portugal, como destacó la Asociación Empresarial Eólica.

Los datos que ayer divulgó Red Eléctrica de España (REE) certifican el creciente protagonismo de los molinos de viento, que están recortando el llamado «hueco térmico», la porción del mercado controlada por las tecnologías que utilizan combustibles fósiles (gas y carbón). No obstante, las térmicas carboneras han recuperado presencia (el 12,9% de la generación) gracias a los incentivos para desbloquear el uso de mineral nacional.

La alta producción eólica permite rebajar la dependencia energética de España del exterior y recortar también las emisiones de dióxido de carbono (CO2), en la medida en que el funcionamiento de los molinos de viento evita el consumo de combustibles fósiles.

La patronal del sector ha querido destacar que la energía eólica favorece que se moderen los precios en el mercado mayorista, donde las empresas comercializadoras adquieren la electricidad que venden a hogares y empresas. Ahora bien, ese comentario omite el coste de las primas que reciben los productores con cargo a la tarifa eléctrica. Estos incentivos hacen que el kilovatio eólico cueste unos 7 céntimos de euro, frente a los 4 céntimos de media de otras tecnologías convencionales.