Londres, E. P.

La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado en tres escalones el rating de la deuda soberana de Portugal, desde «A-» hasta «BBB-», con lo que deja la calificación al borde de la calidad crediticia de grado de especulación o «bono basura».

Fitch asegura que es necesario que el país consiga apoyo externo, es decir, que sea rescatado económicamente por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para impulsar la credibilidad de la consolidación fiscal de Portugal y restaurar la confianza de los inversores a medio plazo. Y añade que las revisiones al alza de la deuda y del déficit público luso en 2010 (92,4% y 8,6% del PIB, respectivamente) anunciadas esta semana han debilitado aún más su perfil fiscal y subrayan la magnitud del desafío de consolidación al que se enfrenta el nuevo Gobierno. En poco más de una semana la agencia de calificación ha rebajado el rating del país en cuatro escalones.

Unas horas antes del último recorte, Portugal había logrado colocar 1.645 millones de euros a 15 meses con una rentabilidad 5,5 veces superior a la de hace un año. La demanda, además, ha superado en 1,4 veces la oferta. Algunos analistas aseguraron que estos resultados le dan al país luso un tiempo extra antes de tener que recurrir a la ayuda financiera internacional.

El presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, aseguró que es «una enorme exageración» la rebaja de la nota de solvencia del país. Cavaco también anunció que las elecciones anticipadas se celebrarán el próximo 5 de junio.