Madrid, Agencias

Telefónica anunció ayer, horas después de plantear un recorte del 20% de su plantilla, que repartirá 450 millones entre sus directivos durante los próximos 5 años. Pasada la medianoche del jueves, la compañía que preside César Alierta, envió a la CNMV la convocatoria de sus próxima junta de accionistas en la que anunciaba este premio para las 1.900 personas que forman parte de su equipo directivo. Algo más tarde, propuso también el pago de un dividendo de 0,75 euros por acción para el 6 de mayo y de 0,77 euros en el segundo semestre, lo que equivale a algo más de 6.900 millones en total.

El anuncio de recortar cerca de 6.000 empleos y el reparto de este millonario «bonus» desembocó en una cascada de críticas políticas y sindicales. El vicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró sobre los planes de ajuste: «No estoy de acuerdo. Más claro no puedo ser». El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó que sólo con un socialismo «nostálgico, desconcertado e injusto» puede suceder que una compañía como Telefónica reduzca la plantilla y aumente los «bonus» a sus directivos, sin que al Gobierno «se le mueva un pelo». César Alierta, presidente de Telefónica, fue nombrado por el entonces Gobierno del PP en el año 2000, en sustitución de Juan Villalonga.

Cándido Méndez, líder de UGT, instó a Telefónica a que corrija la «imagen sangrante y sonrojante» que está dando. El secretario general de CC OO de Asturias, Antonio Pino, afirmó que el planteamiento de Telefónica da «ganas de vomitar».

Durante 2010, César Alierta, el consejero delegado, Julio Linares, y el presidente del grupo para Latinoamérica, José María Álvarez Pallete, cobraron un total de 14,9 millones, un 5,7% más que en el año anterior.