Oviedo, José Luis SALINAS

El número de pisos embargados bajó en 2010 en Asturias y lo hizo por primera vez desde que comenzara la crisis económica. Las estadísticas que maneja el Consejo Superior del Poder Judicial señalan que durante el año pasado los juzgados asturianos tramitaron 864 ejecuciones hipotecarias, 139 menos que en 2009. En los peores momentos de la «gran recesión», los embargos habían alcanzado subidas superiores al 30% en el Principado, aunque estos incrementos siempre estuvieron por debajo de la media del país. Varios informes aseguran, además, que los asturianos tienen unos índices de morosidad inferiores a la media que registra España.

Según los informes sobre los efectos de la crisis en los órganos judiciales, el número de embargos de viviendas en el Principado registró un descenso durante el año pasado del 13,9%. Fue el pronunciado de todo el país, sólo inferior al resultado de Aragón (-14,2%). En el conjunto de España los embargos tramitados por los juzgados subieron levemente (0,3%).

Las ejecuciones hipotecarias suelen afectar mayoritariamente, según los expertos, a los propietarios de segundas residencias y al colectivo de inmigrantes, que cuenta con menos apoyos familiares para afrontar sus posibles deudas. Ambos colectivos tienen en Asturias un peso menor que en otras zonas, donde además el «boom» inmobiliario fue mucho más intenso y también fue mayor el aumento del paro durante la crisis. Estas circunstancias vendrían a explicar la evolución de los embargos en Asturias. En las comunidades levantinas, por ejemplo, el número de embargos sigue creciendo, especialmente en Valencia o Murcia.

Durante todo 2010, los juzgados españoles tramitaron 93.622 embargos. Las entidades financieras son las encargadas de solicitar en los juzgados las ejecuciones de las hipotecas cuando los impagos de las mismas superan los tres meses. Normalmente, el proceso suele acabar con la subasta del inmueble y el desahucio de los propietarios. Mediante esta fórmula, las entidades financieras del país han ido acumulando un buen número de propiedades inmobiliarias a las que, en muchos casos, les cuesta dar salida.

Desde que comenzaron las dificultades económicas y se disparó el desempleo, la morosidad ha sufrido un fuerte impulso en el país. También ha contribuido a ello que, ante el nuevo escenario económico, las entidades financieras hayan decidido endurecer las condiciones para acceder a la financiación. Pero los diferentes estudios señalan al Principado como una de las comunidades en las que sus ciudadanos están más al día con sus pagos. Así, el índice de morosidad que elabora la Asociación Nacional de Establecimientos de Crédito (Asnef) y la compañía Equifax señala que el 5,6% de los asturianos estaba en 2010 dentro de las listas de morosos (algo más de 60.000), con una deuda media de 7.169 euros. El promedio español alcanza el 8%, aunque hay comunidades como Andalucía o Baleares donde más del 30% de la población tiene algún tipo de deuda.

La morosidad en la región (más de 625 millones de euros, incluida la de familias y empresas) equivale, según los datos que maneja Asnef-Equifax, al 2,7% del productor interior bruto (PIB), un porcentaje también alejado de la media del país, que se situó en el 6,7%.

Asturias es además una de las comunidades en las que menor es el nivel de impagos en las compras a plazos. Según las cifras que divulgó recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de efectos impagados se redujo en Asturias un 17,5% respecto al año anterior. Su importe disminuyó un 31,2%, situándose cerca de los 119 millones de euros. De esta forma, la morosidad en ciertas compras (electrodomésticos, muebles y otros bienes duraderos) sufrió durante 2010 una importante corrección.

Alfonso Higueras, director general de Equifax, ha señalado que los resultados del estudio sobre morosidad en España «ponen de manifiesto la dureza de la crisis que padecemos y las enormes dificultades con que se encuentran empresas, autónomos y familias tanto a la hora de hacer frente a sus pagos como a la hora de acceder al crédito». Según las cuentas del registro Asnef-Equifax, un 12,9% de las empresas asturianas tiene problemas de morosidad. Se trata de uno de los porcentajes más bajos del país, superior únicamente al que se atribuye al País Vasco, donde el 9,3% de las empresas está inscrito en los registros de morosos. La media del país es del 19,7%. Como promedio, las compañías asturianas deben 43.403 euros, mientras que en el conjunto de España esta cifra asciende a 94.332 euros.