Washington / Madrid,

Agencias

El Fondo Monetario Internacional (FMI) exige a España medidas adicionales para equilibrar sus cuentas públicas y recuperar la economía. El último informe del organismo plantea una mayor «flexibilización» del despido y nuevas políticas contra el déficit público: subir más el IVA y los impuestos especiales (sobre todo el de los carburantes), recortar las inversiones y reducir más los sueldos de los funcionarios. También advierte de que la presión por el temor al contagio de los países rescatados puede trasladarse a la economía real. Las «recomendaciones» del FMI se conocieron después de que Moody's rebajase la nota de seis comunidades autónomas y amenazase con hacerlo a la deuda soberana, a otras cuatro autonomías y a los gigantes financieros españoles.

El informe anual sobre España del FMI alaba la recuperación gradual de la economía del país, pero indica que no es suficiente para rebajar la «inaceptable» tasa de paro. Y aunque el proceso de consolidación fiscal «va encaminado», el FMI advierte de que «la mitad de gobiernos regionales» no alcanza los objetivos fiscales. El organismo internacional alerta, además, de que en el corto plazo las condiciones financieras podrían deteriorarse aún más, por las preocupaciones sobre la deuda soberana de la zona euro.

La institución internacional advierte en las conclusiones recogidas en el «Artículo IV» que España no debería frenar el impulso reformador con vistas a recuperar la confianza de los mercados, ya que «no está fuera de la zona de peligro» y aún persisten muchos de los desequilibrios y debilidades estructurales acumulados durante los años de «boom» económico.

El FMI confirma sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2011 y 2012, cuando prevé una expansión del PIB del 0,8% y del 1,6%, respectivamente, inferiores a las proyecciones del Gobierno, que pronostica un avance del 1,3% este año y del 2,3% para el que viene. El FMI no cree que la economía española vuelva a crecer por encima del 2% al menos hasta 2017.

El Fondo destacó que la respuesta de la política macroeconómica ante la crisis «ha sido fuerte y de amplio alcance», pero insuficiente, e instó a «continuar y profundizar» en las reformas y la reducción del gasto. «Necesitamos que todos los niveles de Gobierno pongan de su parte», afirma el FMI en referencia a las gobiernos autonómicos.

Califica el desempleo como «el verdadero problema» de la economía española, por las «rigideces arraigadas» en el mercado laboral. Y recomienda «una mayor descentralización de las negociaciones colectivas», que se deje de vincular los salarios con la inflación, y «una menor compensación por desempleo».

El organismo internacional se refiere también al sistema financiero y advierte que «aunque la exposición directa a Grecia, Irlanda y Portugal es limitada, el contagio puede darse mediante el impacto sobre la confianza, que puede afectar a la percepción del riesgo de crédito».

Las exigencias del FMI se conocen después de que la agencia de calificación de riesgos Moody's arremetiera contra España, amenazando con rebajar la calificación de la deuda soberana y de grandes entidades financieras: Santander, BBVA, Caixabank, la Caixa y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Y para que no quepan dudas, rebajó las notas de la deuda a largo plazo de seis autonomías (Castilla-La Mancha, Murcia, Valencia, Cataluña, Andalucía y Castilla y León) y abrió la puerta a hacerlo también con Extremadura, Galicia, Madrid y País Vasco.

Moody's alerta sobre las presiones de financiación a las que se enfrenta España, que, añadió, podrían aumentar. Y en el caso de las comunidades autónomas, la agencia justifica la rebaja en la nota de solvencia «por su situación fiscal y sus deudas».