Roma / Oviedo

El Gobierno italiano de Silvio Berlusconi pretende ahorrar 45.000 millones de euros hasta 2013, y lo hará en parte mediante un enérgico recorte de la Administración que conlleva suprimir 1.500 ayuntamientos, 36 provincias y 50.000 cargos públicos. En su estrategia para apaciguar a los mercados financieros y aligerar su déficit público y su enorme endeudamiento, Italia también aplicará un nuevo impuesto a las rentas altas. Y para aumentar la productividad Berlusconi se propone reducir los «puentes», trasladando a los lunes las fiestas no religiosas del calendario laboral. «Nuestros corazones sangran, pero era inevitable; prometí que no iba a tocar los bolsillos de los italianos, pero la situación ha cambiado», declaró ayer «Il Cavaliere».

Italia reducirá gastos por valor de unos 8.500 millones de euros en los ministerios y de otros 9.000 en las administraciones locales, para lo que eliminará gobiernos provinciales y locales. Por la vía de los ingresos, se implantará un «impuesto solidario» a las rentas superiores a los 90.000 euros anuales, además de aumentar la carga fiscal a los rendimientos financieros. También se prevén otras medidas, desde congelar las pensiones más elevadas hasta facilitar más el despido. Además, el primer ministro italiano propondrá introducir en la Constitución el equilibrio presupuestario y el techo de gasto.

Según el plan aprobado ayer por el Consejo de Ministros, el Gobierno obtendrá unos 8.000 millones restantes para cumplir su objetivo con medidas fiscales que entrarán en vigor en 2012, como una subida del IVA y un «impuesto solidario» a las rentas más altas. Quienes ganen más de 90.000 euros anuales pagarán un 5% adicional en su declaración de la renta, mientras que los que ganen más de 150.000 tendrán que abonar un 10%.

El Consejo de Ministros extraordinario, celebrado ayer, coincidió con la publicación de los últimos datos de la deuda pública italiana, que ha marcado un récord al llegar a 1,9 billones de euros en junio, según informó ayer el Banco de Italia, cuyo gobernador, Mario Draghi, sustituirá en octubre a Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE). Si la deuda pública se compara con la de junio de 2010, el incremento ha sido del 4,24%, ya que era de 1,824 billones de euros. Y es que el país transalpino ha sufrido, además, una importante caída de los ingresos en las arcas públicas, con unas entradas tributarias de 35.641 millones de euros, el 12,4% menos que en el mismo mes de 2010, cuando se contabilizaron 41.116 millones.

Con el comentado paquete de medidas, pactado por Berlusconi con la Liga Norte, la derecha italiana prevé acelerar la reducción del déficit público, pasando del 3,9% previsto para este año al 1,4% en 2012.