Oviedo

Cinco altos ejecutivos de Caja del Mediterráneo (CAM) se repartieron 15,5 millones de euros en prejubilaciones antes de que la entidad alicantina fuera intervenida, según figura en la carta de despido de la ex directora general de la entidad, María Dolores Amorós. Todos ellos, además, podrán cobrar cuando se jubilen una renta vitalicia de 369.497 euros anuales. Esta misma renta pretendía cobrarla Amorós, pero ha sido anulada con su despido disciplinario, según informó ayer el diario «Expansión».

Los ejecutivos beneficiarios de las prejubilaciones son Roberto López Abad (director general hasta el pasado diciembre), Agustín Llorca (director general adjunto), Vicente Soriano (director general de Recursos), Joaquín Meseguer (director general de Participaciones Empresariales) y Gabriel Sagristá (responsable de expansión de la caja).

Los 15,5 millones de euros con los que se compensaron las salidas de estos directivos procedían de un fondo de prejubilaciones y bajas anticipadas constituido para el proyecto de Banco Base, como se denominó al plan de fusión de CAM con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, y que finalmente se frustró. Los datos que ahora afloran ponen de manifiesto el fundamento de las razones esgrimidas por la caja asturiana y sus socios para romper aquel acuerdo de fusión, al entender que CAM les había ocultado información crucial sobre su verdadera situación financiera, peor de lo que había reconocido durante las negociaciones.

Roberto López Abad dejó la dirección de CAM para asumir la de Banco Base, y se prejubiló con una indemnización de 3,8 millones de euros, según «El Mundo». Agustín Llorca anunció que también se acogía unas horas antes de que el Banco de España interviniese a la CAM.

CC OO aplaudió ayer el despido de Amorós y añadió que las causas coinciden con lo que este sindicato denunció durante meses. También exigió que se encuentre «una fórmula para que los que ya no están, devuelvan las indemnizaciones millonarias que cobraron de forma irregular».