Oviedo, L. G.

El parón de la obra pública, el retraso en los pagos de las Administraciones y la profunda crisis del mercado inmobiliario son las razones capitales que han llevado a Ceyd, una de las principales constructoras asturianas, a preparar un nuevo ajuste laboral, según explico ayer Fernando Alba, director general de la compañía. Tras los primeros contactos con el comité de empresa, el alcance del expediente de regulación de empleo que encara Ceyd está pendiente de negociar con los sindicatos.

«Ceyd quiere seguir adelante y mantenerse entre las principales empresas de la construcción asturiana», comentó ayer, en conversación con este diario, Fernando Alba. Pero la situación del negocio, indicó, no permite sostener el actual tamaño de la plantilla. Ceyd tiene ahora 170 trabajadores, después de un proceso en el que ha ido prescindiendo, como la mayoría de las compañías del sector, de empleados con contratos eventuales por obra o servicio. Presumiblemente, Ceyd planteará ahora un expediente de regulación de empleo (ERE) de naturaleza mixta, que incluirá despidos y suspensiones temporales de empleo. El director general matizó que no se ha concretado aún el número de trabajadores que resultarán afectados.

Fernando Alba subrayó que la caída de la licitación de obra pública (de un 75% en Asturias este año, según datos del Gobierno central) está minando la actividad de Ceyd. El directivo anotó también que el retraso en los cobros de obras realizadas sobre todo para ayuntamientos añade dificultades. Ceyd, que llegó a facturar 90 millones al año, prevé cerrar 2011 en unos 50 millones.