Oviedo,

La construcción asturiana tiene 124 empresas con procesos de regulación de empleo en marcha y tres de ellas pertenecen Serafín Abilio Martínez (Ribera de Arriba, 1941), presidente desde hace 28 años de la patronal del sector (actualmente CAC-Asprocon). Este viernes Abilio Martínez expuso en la asamblea de su organización la demanda más urgente de los constructores: que el Principado aligere la licitación y adjudicación de obras pendientes por valor de casi 900 millones de euros, comprometidas en el acuerdo de concertación social (el llamado Aceba) que el anterior Gobierno firmó con los agentes sociales. En la clausura de ese mismo cónclave el viceconsejero de Infraestructuras, Juan Vega, arruinó las expectativas de los empresarios al asegurar que apenas hay dinero en las arcas del Principado. Abilio Martínez emplaza al presidente Cascos: «Hay que aclarar esto inmediatamente».

-Ustedes demandan compromisos pendientes de obras públicas para evitar la debacle del sector, y el Viceconsejero les ha dicho que no queda dinero...

-Existe un plan (el Aceba) firmado por el Gobierno saliente, y hay que responder de él de todas todas. En este año el Principado ha licitado sesenta y pocos millones de euros, y los previstos eran más de novecientos. En resumen, este 2011 tuvo dos presidentes: el primero (Areces) se fue sin haber cumplido con la construcción y el segundo (Cascos) tampoco lo está haciendo. Mientras, nos encontramos con un tremendo problema de empleo y de mantenimiento de empresas. Hay que aclarar esto inmediatamente.

-El Principado alega que la herencia económica recibida es tremenda. ¿Le vale la explicación?

-No es válida para nosotros, bajo ningún concepto. Insisto: hay un acuerdo por cumplir. El Gobierno saliente sabía lo que dejaba y el entrante sabía también lo que tenía que cumplir. No entendemos más. El Viceconsejero dice que se han encontrado con una situación muy difícil, pero no es nuestro problema. Si no se cumple el Aceba, el año 2012, que ya iba a ser el peor de la crisis, se convertirá en dramático. Las empresas están aguantando lo indecible para sostener alguna actividad y empleo. Muchas están cayendo y más de 1.500 lo han hecho ya. Y hemos perdido más de la mitad de los puestos de trabajo. No podemos aceptar bajo ninguna condición que se deje sin efecto un «compromiso de Estado» firmado con todas sus consecuencias. Nuestra actividad no es un gasto, es una inversión. Y Asturias tiene un claro déficit de inversión que se añade al abandono total por parte de la Administración central.

-¿Van a pedir explicaciones al presidente Cascos?

-Tendremos que apelar nosotros y lo tendrá que hacer la FADE, como firmante de la concertación social. Me consta que comparte nuestra preocupación. Ignoro si el Viceconsejero tiene atribuciones para hablar en representación de todo el Gobierno. Él habló de que se han dicho mentiras sobre todos los compromisos del anterior Ejecutivo, pero nosotros no entramos en la refriega política. Nos remitimos a lo que está firmado, y hay que cumplirlo.

-¿Qué ocurrirá en los próximos meses si persiste el frenazo de la obra pública?

-Hemos perdido mil quinientas y pico empresas, y la mitad de todo el empleo, y es imposible aceptar que sólo se liciten obras por valor de doscientos y pico millones entre todas las administraciones. Y más, pensando en lo que se nos viene encima en 2012. Vamos a superar negativamente a todas las autonomías españolas. Hay muchas empresas y miles de trabajadores esperando por las licitaciones pendientes. No quisiera ver lo que pasará si es que no se llegan a tramitar las obras comprometidas

-¿Otra gran oleada de despidos?

-Se pueden perder miles de empleos más. Y eso que las empresas han procurado adaptarse a la situación del mercado. Apostamos en su día por la vivienda protegida, la más accesible a la demanda existente, y la contrata está manteniendo con un esfuerzo enorme su parque de maquinaria y parte de sus plantillas, pensando que esto es un retraso, no una liquidación.

-Ha sido usted crítico con la acción de todos los partidos. Se acerca el final de año sin atisbo de acuerdo para que Asturias tenga Presupuestos en 2012...

-No sé lo que se está haciendo. Nadie tiene mayoría. Hay tres fuerzas políticas importantes (por Foro, PSOE y PP) y gobierna la más votada. Quien asume la responsabilidad debe asumirla en todo, reclamando la colaboración de los demás para concertar el Presupuesto. Lo peor que puede ocurrir para la economía es que no haya Presupuestos. Sería un auténtico desastre, y el Principado se quedaría sin capacidad de acción política. Ojo, sería un desastre por parte de unos y de otros, no sólo de quien gobierna, aunque quien gobierna debe marcar el paso.

-Cascos y el líder de los socialistas asturianos, Javier Fernández, han coqueteado con la idea de que haya elecciones anticipadas. ¿Sería oportuno si la región se queda sin Presupuestos?

-Si no hay un Presupuesto, si alguien no convence a alguien para pactarlo y se termina por entrar en un proceso de elecciones anticipadas, con todas la interrupciones que ello conlleva para la gestión política y en el peor año de la crisis, muchos pensaríamos en tomar otros caminos.

-¿Cuáles?

-Tendríamos que pensar en marchar a trabajar a Argelia, por ejemplo. Habrá que moverse de sitio, aunque lo pagaría el empleo; pero, además, hay otra cosa: no estamos pidiendo obras que supongan lujos o duplicidad de comodidades, sino cuestiones vitales en comunicaciones. Somos una región periférica, y seguimos teniendo una salida al sur pagando (el peaje del Huerna), una hacia el este con la autovía aún incompleta y otra al oeste también sin terminar. El AVE sin resolver, el avión sin resolver... ¿Vamos a plegarnos todos a estar en una región no competitiva?

-Están pidiendo un rescate de los constructores...

-No, estamos pidiendo un rescate de Asturias. No pedimos actuaciones sólo para dar carga de trabajo al sector, sino para hacer que la comunidad sea competitiva.

-Asturias ha superado el objetivo de déficit y su endeudamiento, aunque más moderado que el de otras regiones, está creciendo a un ritmo fortísimo (45%, hasta los 2.042 millones de euros). ¿De dónde habría que recortar gasto para inyectar dinero en las infraestructuras?

-Los empresarios, por ejemplo, quitamos gasto de todos los sitios. El mundo nos obliga a competir. Se necesita actividad económica y empleo, y hay que invertir en ello. Seguro que hay muchas cosas de donde quitar. ¿Cuántos hospitales tenemos en Asturias? Creo que son once. Tenemos que quitar los lujos en Asturias. Tener muchos hospitales no significa tener el mejor servicio. En mi empresa no puedo tener gastos que no son eficaces. Todo lo que no es eficaz está creando vicios malos. ¿Por tener tantos hospitales tenemos más calidad?

-O sea, que hay que cerrar hospitales...

-No sé si hay que cerrarlos, yo no llevo las cuentas. Llevo las de mi negocio. Es el político quien tiene que saber lo que debe hacer.

-¿Y cómo van sus negocios? ¿También tiene recortes en marcha?

-Lo mismo que los demás. Estoy aguantando con expedientes de regulación de empleo. Los acabo de presentar en tres empresas.

-Dice el viceconsejero Vega que después de la «era Areces» Asturias necesita «una cura de caballo»...

-Lo que necesitamos en Asturias, como cualquier empresa que quiera levantarse y competir, es un gran gerente.

-¿Le vale Cascos?

-Sinceramente, creo que podría valer, pero como en una empresa, además del gerente hacen falta más personas. Los gobiernos han de ir a buscar gente efectiva. La tendencia es ir hacia personas con menos contenido político y más práctico.

Serafín Abilio Martínez

Empresario con experiencia en la vida política asturiana como ex dirigente de la centrista UCD en la comunidad, Serafín Abilio Martínez (Ribera de Arriba, 1941) cursó estudios de Peritaje Mercantil y emprendió su actividad profesional en Constructora Asturiana (Casa), donde permaneció diez años. En 1965 fundó El Caleyo, origen de su grupo empresarial, ligado al sector de la construcción. Fue uno de los fundadores de la patronal del sector (CAC), de la que fue tesorero y que preside desde 1983. También fue influyente en el origen y evolución de la patronal asturiana FADE. Se considera un empresario hecho a sí mismo. Vive en Oviedo, está casado y tiene dos hijos.