Oviedo, L. GANCEDO

China ha desembarcado en Energías de Portugal (EDP) con el propósito de franquear las puertas del sector europeo de la energía y de acelerar su expansión en otros grandes mercados, como EE UU y Brasil, donde el grupo propietario de Hidrocantábrico (HC Energía) ya tiene negocios relevantes. ¿Qué papel desempeñará la filial asturiana y cuál será la posición de la región en la nueva era que se abre para EDP? La respuesta dependerá del alcance de los cambios que Pekín, como accionista nuevo y mayoritario, imprima a la gestión, aunque también de unas negociaciones específicas sobre Hidrocantábrico que se desarrollarán durante 2012.

La corporación China Three Gorges se ha hecho con el 21,35% de EDP al ganar el proceso de privatización emprendido por Portugal siguiendo instrucciones de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), financiadores del rescate solicitado por Lisboa la pasada primavera. El grupo asiático, con un 100% de capital público, paga 2.693 millones de euros y añade el compromiso de aportar a EDP liquidez y respaldo financiero por valor de 4.000 millones más.

La operación da un vuelco a la propiedad de la eléctrica lusa, hasta ahora controlada por el Estado, que se rodeó de un grupo de accionistas cualificados entre los que figura el banco liderado por Cajastur (Liberbank) con un 5% del capital. La formación de ese núcleo accionarial y las cautelas societarias establecidas por Portugal («acción de oro» ya derogada y limitación de los derechos políticos de los socios privados) han dado estabilidad a EDP y la han blindado frente a posibles intentos hostiles de compra. Según la documentación que ayer remitió Lisboa a su regulador bursátil, una de las bondades del acuerdo con Three Gorges es que «se refuerza la estructura accionarial». Tal pronunciamiento da a entender que el grupo asiático llega con la intención de continuar el entendimiento con los demás socios cualificados.

Cajastur eludió ayer, al igual que otros accionistas privados, hacer comentarios oficiales acerca de la irrupción de Three Gorges en EDP. Ha trascendido, no obstante, que Liberbank -titular directo de la participación que antes era de la caja asturiana- tiene la vocación de mantenerse en el capital de EDP y, presumiblemente, de conservar en el futuro su posición de socio estratégico.

Esa consideración la alcanzó Cajastur en 2004, a raíz de la alianza que dio a EDP el control hegemónico de Hidrocantábrico. En agosto de ese año, el grupo portugués, hasta entonces titular del 30% de HC, se hizo con el 96,6% del capital tras comprar la participación de la alemana EnBW y llegar a un pacto con la Caja. Este acuerdo incluyó una serie de garantías sobre el vínculo de Hidrocantábrico con Asturias, condiciones cuya vigencia vence en 2012 y que deben ser renegociadas entre la dirección de Liberbank -presidida por Manuel Menéndez, también presidente de HC- y la de la nueva EDP controlada por China.

Esas conversaciones alcanzarán a aspectos clave de lo pactado en 2004: el compromiso de que HC Energía continúe siendo el vehículo para la expansión de EDP en el mercado español de la energía, el mantenimiento de la sede social en Oviedo, la vinculación del presidente de Hidrocantábrico a Asturias y la promesa de que, en igualdad de condiciones, el Principado será el destino prioritario de las inversiones y del nuevo empleo que el grupo EDP genere en España. Fruto de esos compromisos han sido proyectos como las dos centrales de ciclo combinado instaladas en Soto de Ribera o la decisión de establecer en Oviedo la sede corporativa de EDP Renovables, filial que puede cobrar un nuevo protagonismo con la llegada de la corporación Three Gorges, cuyos planes estratégicos dan prioridad al negocio de las energías «verdes».