Madrid, Agencias

El Gobierno puso ayer números al primer déficit que sufre la Seguridad Social desde 1999: los gastos superaron a los ingresos en 668 millones de euros, cantidad equivalente al 0,06% del producto interior bruto (PIB). Es un desfase modesto y que no pone en peligro la solvencia del sistema, pero que contrasta, como destacó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con el superávit que había previsto el anterior Ejecutivo (0,4% del PIB). El equipo de Rajoy blandió ese balance para destacar que la situación de las cuentas públicas es peor de lo que se esperaban y que serán necesarias «medidas más duras». Aunque los pensionistas «pueden estar tranquilos; las pensiones se pagarán puntualmente», enfatizó Sáenz de Santamaría.

El sistema de la Seguridad Social vuelve a registrar déficit por primera vez desde el año en el que entró en superávit al dejar definitivamente de financiar la asistencia sanitaria. Y la Vicepresidenta quiso comentar, al final del Consejo de Ministros, que la situación actual recuerda a la de 1996, cuando el PP de José María Aznar llegó a la Moncloa. De aquélla, el Gobierno popular denunció que el desfase de la Seguridad Social era muy superior (86.000 millones de pesetas) al reconocido por el último Ejecutivo del socialista Felipe González. Aunque en aquel momento los problemas estaban sobre todo en el gasto de la sanidad, sin transferir aún a las comunidades autónomas.

La ministra de Empleo y la Seguridad Social, Fátima Báñez, elevó ayer al Consejo de Ministros un informe sobre el empleo y la «preocupante» situación de la Tesorería General de la Seguridad Social tras la publicación, el pasado martes, de los datos de paro y afiliación al sistema. De acuerdo con dichos datos, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar diciembre en 4,42 millones de personas, tras subir en 322.286 desempleados en el conjunto de 2011, con un aumento porcentual del 7,86% respecto a 2010. Por su parte, la Seguridad Social cerró 2011 con un descenso medio de 355.060 afiliados (-2%), tras registrar en diciembre 18.609 cotizantes menos (-0,1%), con lo que el total de ocupados, en términos promedios, se situó al finalizar el ejercicio en 17.229.922.

Durante la rueda de prensa para valorar estos datos, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, confirmó lo avanzado por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro: que la Seguridad Social iba a terminar el año 2011 con déficit y no con superávit. Preguntada por si el Gobierno del PP había sido informado por el Ejecutivo socialista de que la Seguridad Social cerraría 2011 en «números rojos», Soraya Sáenz de Santamaría explicó ayer que el entonces secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, les dijo que veía «muy difícil» cumplir con el objetivo de superávit (0,4% del PIB). «Lo que no se nos dijo es que se iba a producir una desviación de casi medio punto», ha precisado Sáenz de Santamaría.

CC OO salió ayer al paso del Gobierno y aseguró que la Seguridad Social goza de mayor equilibrio económico y financiero que en 1996, y subraya que el acuerdo de febrero de 2011 que reformó las pensiones «garantiza» a medio y largo plazo la sostenibilidad del sistema público de pensiones.