La subida extra del impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF) que acaba de aprobar el Gobierno para 2012 y 2013 mermará las nóminas de los asalariados a partir de febrero, cuando, siguiendo las instrucciones de la Agencia Tributaria, las empresas comenzarán a aplicar los nuevos tipos de retención. Los descuentos mensuales subirán en proporción a un aumento del IRPF que será progresivo: un 0,7% adicional para los contribuyentes con ingresos más modestos -por debajo de 17.707 euros anuales- y hasta el 7% cuando los ingresos superan los 300.000 euros.

Fuentes de la Agencia Tributaria explicaron que la subida, que también alcanzará a los pensionistas con mayores ingresos, comenzará a aplicarse, a través de las retenciones -pagos a cuenta- en los salarios correspondientes al mes de febrero. Esto es, las nóminas que por lo general las empresas abonarán a finales de febrero o principios de marzo. Según esas mismas fuentes, la premura con la que se aprobó la subida fiscal no ha permitido hacerla efectiva en enero. Las retenciones del primer mes del año se calcularán, por tanto, con arreglo a la escala previa al ajuste que el Consejo de Ministros aprobó el 30 de diciembre pasado.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insistió ayer en que la subida de impuestos es "un mal menor", y aseguró que al final de la legislatura todos los contribuyentes, incluidos los que ahora verán incrementada su presión fiscal, pagarán menos impuestos que al cierre de la anterior, con el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero al frente.

El IRPF es un impuesto que se ajusta a la situación personal de cada trabajador, por lo que, por ejemplo, una persona casada y con hijos que gana 20.000 euros al año no pagará lo mismo que un soltero que cobre el mismo sueldo.

Con los últimos cambios aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy en el IRPF, España se ha colocado entre los países donde más tributan las rentas altas por este concepto sólo por detrás de Bélgica y de Suecia.

La subida fiscal también afecta a las llamadas rentas del ahorro -rendimientos de depósitos bancarios, acciones y otros de tipo financiero-. La subida en este caso se llevará a cabo también de una forma proporcional. Se incrementará un 2% para los beneficios de hasta 6.000 euros al año, un 4% para los beneficios de hasta 24.000 y el 6% para los que superen esta cifra.

Ingresos derivados

Con el incremento de los tipos del IRPF el Gobierno espera ingresar 5.357 millones de euros durante el presente ejercicio. De ellos, 4.111 corresponden a las llamadas rentas del trabajo, y el resto (1.246 millones de euros) a las del ahorro.

Un estudio realizado por el sindicato de los Técnicos del Ministerio de Hacienda señala que el grueso de la subida fiscal lo soportarán en dos terceras partes (un 68,4%) las clases medias. La causa es que apenas hay personas que cobren más de 300.000 euros al año, por lo que el total de lo que aportan estos contribuyentes es muy pequeño en comparación con lo que pagará la mayoría formada por asalariados, pensionistas y autónomos.

La subida de impuestos, según explicó la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría tras uno de los últimos Consejos de Ministros de 2011, responde a la necesidad de hacer frente al desvío en la reducción del déficit, que se esperaba que cerrase el año en el 6% y se encuentra en el 8%. El objetivo es reducir el déficit en el presente ejercicio para cumplir los compromisos alcanzados con la Unión Europea.