Las importantes inyecciones de liquidez realizadas por el Banco Central Europeo (BCE) a la banca en las últimas semanas a un plazo de tres años permitieron a los bancos aumentar la demanda de bonos públicos de España e Italia. Este comportamiento y la favorable acogida por los inversores de la contundente subida de impuestos por el nuevo Gobierno español lograron que los Tesoros de España e Italia colocasen con gran éxito sendas emisiones de deuda y hacerlo a buen precio. El BCE mantuvo el tipo oficial de interés en el 1%. Las primas de riesgo se redujeron en todos los países cuestionados.

La primera emisión de deuda soberana española con el Gobierno de Rajoy fue un éxito: se colocó el doble de lo previsto y a precios inferiores, lo que indujo a que la prima de riesgo española cayese casi 21 puntos básicos y se relajase hasta los 332 puntos básicos. Continúa así la senda de mejora que se había emprendido en las últimas subastas del anterior Gobierno.

El Tesoro español logró colocar 10.000 millones de euros, el doble de lo previsto, y bajar el interés. Los 9.986 millones de euros adjudicados en bonos a tres, cuatro y cinco años prácticamente duplican el importe máximo estimado, y se situaron en tipos de interés del 3,576%, el 3,883% y el 3,949%.

En Italia, el Tesoro colocó los 12.000 millones de euros previstos en bonos a 136 días y a 12 meses, que en este último caso quedaron fijados al 2,735% de interés, la mitad que en la anterior subasta. El buen resultado de la puja ha permitido a Italia bajar su riesgo país hasta los 480 puntos básicos, 37 menos que ayer, mientras que los bonos nacionales a diez años se han situado en el 6,63% de interés.

El presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró ayer que las tensiones en los mercados financieros lastran la actividad económica en la zona del euro, pero «de acuerdo a algunos indicadores recientes hay signos provisionales de una estabilización en la actividad económica a bajos niveles».

Draghi afirmó que «las perspectivas siguen sujetas a una elevada incertidumbre y sustanciales riesgos a la baja». Por ello, mantuvo la cautela y no descartó la posibilidad de bajar más los tipos de interés en caso de que empeore la situación. «La inflación debe estar en línea con la estabilidad de precios a medio plazo», dijo Draghi.

El presidente del BCE elogió implícitamente los progresos de España e Italia al referirse a los ajustes y las reformas adoptadas, que en los últimos meses han logrado avances «muy extraordinarios», subrayando que la creación de empleo debe ser el objetivo primordial.