París / Berlín, Agencias

La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ultimaba anoche la rebaja del «rating» de Francia y Austria (hasta ahora, países con la máxima nota de solvencia) y el recorte en dos escalones para España y otras economías periféricas mediterráneas como Portugal e Italia. En el caso de España, la nota baja de «AA-» a «A» (notable). La bajada de la calificación obligará a los países afectados a pagar tasas de interés más altas a los inversores a cambio de sus emisiones de deuda soberana.

S&P cumple así su amenaza de retirar la máxima calificación a la deuda gala y austriaca (que bajarán un escalón, hasta «AA+»). Sólo mantendrán la «triple A» (la máxima nota de solvencia) los otros cuatro europeos que disfrutan de ella: Alemania, Luxemburgo, Países Bajos y Finlandia. S&P también reducirá en dos niveles el «rating» de Portugal e Italia. El Gobierno italiano confirmó anoche la pérdida de dos puestos, hasta «BBB+».

Los rumores durante toda la jornada sobre una posible rebaja en la calificación crediticia de diversos países europeos, entre ellos España, por parte de la agencia de calificación Standard & Poor's elevó de inmediato la prima de riesgo española hasta los 345 puntos básicos poco antes del cierre de ayer.

Ante estos rumores, que luego se confirmarían, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, convocó un gabinete de crisis en el palacio del Elíseo al que asistieron el primer ministro, François Fillon, y los responsables de Economía, François Baroin, y Presupuesto, Valérie Pécresse.

También las bolsas europeas entraron de inmediato en pérdidas. Fráncfort cedió el 0,58%; París, el el 0,11%; Milán, el 1,2% y Londres, el 0,46%. Madrid evitó cerrar en rojo (subió un 0,28%) apuntalada por la banca (el mercado valora que haya recibido un tercio de la liquidez del Banco Central Europeo) y por la compra de deuda pública española e italiana por parte del Eurobanco.

El Banco Central Europeo intensificó la compra de deuda española en el mercado secundario para aliviar el castigo contra España ante las informaciones sobre una inminente rebaja de la nota de solvencia española. El descenso bursátil europeo repercutió en una tendencia análoga en los mercados del continente americano.

La revisión a la baja de las calificaciones también arrastró al euro, que cayó frente a la moneda estadounidense a su valor mínimo desde septiembre de 2010: concluyó la sesión a 1,2652 dólares.

La pérdida de la «triple A» por Francia y también por Austria, junto con el resto de rebajas de «rating», abre un escenario de incertidumbre en el ya muy castigado mercado de la deuda soberana europea. Pero los casos francés y austriaco introducen una derivada inquietante: que ambos países dejen de disfrutar de la nota «AAA» puede poner también en riesgo la nota de máxima calificación del fondo temporal de rescate de la eurozona. Y esto encarecería la financiación de los programas de rescate de las economías intervenidas.

En diciembre S&P ya amenazó con rebajar la nota de máxima calidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el instrumento temporal de rescate de la eurozona, cuya triple A se encuentra ahora también en peligro por el posible efecto inducido de la merma de calificación de Francia y Austria.

El FEEF cuenta por el momento con la matrícula de honor de S&P (AAA), de Moody's (Aaa) y de Fitch (AAA), pero sólo goza de la máxima solvencia porque está respaldado por las garantías -por valor de 780.000 millones de euros- de los miembros de la eurozona, especialmente de los países triple A.

El FEEF tiene una capacidad efectiva de préstamo de 440.000 millones de euros, aunque en realidad es ya sólo de 250.000 millones de euros si se descuentan las ayudas a Grecia, Portugal e Irlanda, una cifra insuficiente para rescatar economías más grandes de la eurozona como Italia o España.

El contribuyente más importante al FEEF es Alemania, que, tras la reciente ampliación del fondo, aporta 211.046 millones de euros, seguida de Francia, país al que corresponden 158.488 millones de euros en avales y garantías. Austria aporta 21.639 millones, según los datos del fondo, con sede en Luxemburgo. El fondo temporal de rescate emite bonos a 3, 5 y 10 años y recientemente lanzó un programa a corto plazo.

De momento emite títulos para financiar los rescates de Irlanda y Portugal y está previsto que actúe también en el segundo programa de asistencia financiera de Grecia.

La decisión de S&P también podría repercutir en el instrumento permanente de rescate, el llamado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, pidió ayer que «no se sobrevalore» la decisión de S&P. El ministro francés de Economía anunció nuevas medidas de apoyo al crecimiento económico y a la competitividad en Francia, aunque no de más ajuste.