Madrid / Oviedo,

El ministro de Economía, Luis de Guindos, apuesta por una reforma laboral que incluya la creación de un «contrato único» de carácter indefinido y cambios en la negociación colectiva que vinculen los salarios a la productividad y no, como ahora, a la evolución de los precios.

De Guindos expuso estos criterios en un artículo de opinión que ayer publicó el diario «Wall Street Journal». En él subraya que para superar el impacto negativo que supone la subida de impuestos es necesario realizar «reformas estructurales», entre las que destacó la laboral y la del sector financiero. La fórmula del «contrato único», defendida por un sector de expertos, implica sobre el papel sustituir los cuarenta tipos de contratos que hay en España, incluidos los temporales, por uno de carácter estable y con indemnización variable según la antigüedad del trabajador. Ése es, al menos, el modelo defendido por el llamado «grupo de los cien», economistas asociados a la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA).

La propuesta de De Guindos implica en realidad dos tipos de contratos que se aplicarían en general a los nuevos empleados: uno para los asalariados con jornada completa y otro para los que trabajen a tiempo parcial.

Además de defender el «contrato único», el Ministro se mostró partidario de «revisar» el sistema de negociación colectiva en España, para que los salarios se ajusten en función de la productividad, y no de la inflación. El Ministro cargó también contra el sistema de negociación colectiva por sectores, porque ha sido «la principal razón de pérdida de competitividad que hemos sufrido en la última década», dijo. Además, se mostró partidario de lanzar políticas activas de empleo que faciliten la recolocación de empleados en los sectores más productivos.

Las reacciones al artículo de De Guindos no se hicieron esperar. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que uno de los objetivos fundamentales de la reforma laboral es simplificar las modalidades de contratación y dotar de mayor estabilidad los empleos. Pero eludió aclarar si se implantará el contrato único que defendió De Guindos.

El vicepresidente primero de la CEOE y presidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, también apoyó ayer las propuestas y afirmó que para afrontar la crisis económica y luchar contra el paro hay que abordar cambios estructurales, al tiempo que criticó el actual sistema de negociación salarial y la gran diversidad de contratos. «Nosotros hemos hablado siempre de un contrato único y otro eventual y parece que el señor De Guindos también está por la labor, y luego uno eventual de jóvenes que es importante y que también necesita este país», subrayó.

En cambio, los sindicatos rechazaron la propuesta. El responsable de comunicación de CC OO, Fernando Lezcano, calificó de «insultante» que haya que leer la prensa extranjera para saber lo que piensa el Gobierno. Y añadió que las propuestas de De Guindos «vuelven ser un rejonazo al diálogo social». El secretario general de UGT, Cándido Méndez, señaló que el contrato único «no funcionaría» por la estructura productiva de España, muy marcada por la estacionalidad.