Bruselas, Agencias

Los ministros de Finanzas de la eurozona transmitieron ayer a Grecia que si no se aplican las reformas estructurales ya pactadas no se podrá activar el segundo rescate ni desarrollar el acuerdo para la reestructuración de la deuda pública en manos privadas, lo que abocaría al Estado heleno a la bancarrota, según han reconocido las autoridades comunitarias. La negociación entre el Gobierno griego y la llamada «troika» (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) continuaron ayer en medio de importantes tensiones. Atenas se resiste a aceptar cambios de gran calado para los trabajadores helenos, como una reducción del 25 por ciento en el salario mínimo interprofesional.

En un principio estaba previsto que los ministros de Finanzas de la eurozona se reunieran hoy mismo para cerrar el segundo rescate griego (130.000 millones de euros), que deberá estar en marcha a mediados de marzo para evitar la bancarrota, pero el encuentro ha sido aplazado debido a las reticencias de Grecia a la hora de implantar las reformas. Los temas de fricción más importantes son la exigencia de la troika de una reducción drástica de los salarios en el sector privado, recortes de los complementos de pensiones y otros ajustes del gasto público.

El sábado, los ministros mantuvieron una conferencia telefónica para abordar la cuestión. «Hay un mensaje muy claro que ha sido trasladado a los griegos: basta ya», ha señalado una fuente conocedora de la reunión. «Hay un gran sentimiento de frustración y están dando largas al asunto», añadió.

Los ministros de Finanzas de la eurozona estarían además descontentos con la actitud del ministro de Economía, Evangelos Venizelos, porque consideran que está prestando más atención a su partido con vistas a las elecciones de abril que las negociaciones sobre la reforma.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, no descarta la quiebra de Grecia en caso de que el Gobierno heleno no implemente las reformas acordadas con la troika. «Si concluyéramos que todo ha ido mal en Grecia, no habría un nuevo programa de rescate y ello significaría que en marzo las autoridades griegas tendrían que declarar la bancarrota», ha afirmado Juncker, en declaraciones realizadas al semanario alemán «Der Spiegel».