Oviedo

La reforma laboral del PP, que entra hoy en vigor, incorpora la posibilidad de que la empresa reduzca el salario y la jornada de trabajo, entre otros cambios significativos.

La empresa podrá recortar sueldos y jornadas, suspender contratos y cambiar las funciones de sus trabajadores si existen «probadas» razones económicas, técnicas, organizativas o de producción ya sea de forma individual o colectiva y bajar el salario a los empleados menos productivos.

Los trabajadores con cargas familiares, los mayores de cierta edad y los discapacitados podrán tener prioridad de permanencia en la empresa si así se pacta en el convenio. Esta prioridad sólo la tenían ahora los representantes de la plantilla.

El Gobierno ha suprimido las bonificaciones mensuales de las cuotas empresariales a la Seguridad Social para los contratos indefinidos de las mujeres que regresan a su puesto de trabajo tras la maternidad o una excedencia por cuidado de hijos. Desde fines de 2006, los empresarios tenían derecho a un descuento anual de 1.200 euros, 100 euros al mes, durante «los cuatro años siguientes a la reincorporación efectiva de la mujer al trabajo».

Las sentencias sobre expedientes de regulación de empleo (ERE) no podrán ser recurridas ante el Tribunal Supremo si afectan a menos de cincuenta trabajadores. También se suprime la posibilidad de presentar recursos de súplica por despidos colectivos.

El contrato indefinido que podrán hacer autónomos y pymes de menos de cincuenta trabajadores a menores de 30 años tendrá que ser en jornada completa. Si es parado, deberá estar cobrando la prestación desde al menos tres meses antes.