Oviedo, M. M.

La reestructuración de la plantilla de la división de largos en Gijón afectará también al personal técnico de las instalaciones -ingenieros y mandos intermedios-, y no sólo a los operarios de producción y mantenimiento.

La dirección de Arcelor-Mittal en Gijón y los dirigentes sindicales iniciarán esta mañana el análisis de cada puesto de trabajo y de quienes los desempeñan, para abordar la reorganización de la plantilla. Los cálculos de la empresa establecen que antes de fin de mes deben reducirse 113 empleos entre la acería de Gijón, los talleres de alambrón y carril y otras instalaciones. Esta rebaja se hará sin despidos, utilizando las prejubilaciones pactadas para los nacidos en el año 1952 y con recolocaciones en Planos (Avilés), cuya situación es sensiblemente mejor que la de Veriña.

El principio de acuerdo alcanzado por la empresa y los sindicatos fija en uno de sus puntos que se va a redimensionar la plantilla de estructura, como se denomina al personal técnico, aunque sin que pierda competencia e impulsando su mejora continua. Es decir, que aplicando la flexibilidad interna que defiende la compañía, a los mandos se les podrá cambiar de puesto y aumentar sus competencias, y se les remunerará por ello. La dirección de la siderúrgica en la región ya había anunciado la semana pasada a los mandos de la división de largos que los integrantes de la gestión de las instalaciones continuarán, aunque habrá cambios en sus funciones «en el lógico desarrollo de la carrera profesional en Arcelor-Mittal».

El acuerdo para ajustar y reorganizar la plantilla de largos, que hay que reducir en 191 personas para finales de 2013, se tiene que acelerar porque la semana que viene debe enviarse el informe con las conclusiones a Luxemburgo.