París, Agencias

La Policía francesa y decenas de trabajadores de la multinacional siderúrgica Arcelor-Mittal en Florange (Francia) protagonizaron ayer un duro enfrentamiento en la capital del país, París. Los agentes tuvieron que usar gases lacrimógenos contra los empleados de la multinacional que se habían concentrado frente a las oficinas del presidente, Nicolás Sarkozy. Varios manifestantes trataron de entrar en las oficinas del mandatario, momento en el que actuó la Policía para reprimir la protesta. Sarkozy no se encontraba en ese momento en las oficinas ya que estaba en un acto de campaña en la localidad de Suippes (en el noreste del país).

En las protestas participaron unos 150 empleados. La manifestación se produce después de un mes de huelga en las instalaciones de Florange, tras anunciarse un parón por la falta de pedidos.

Sarkozy aseguró que está «disponible» para recibir a los trabajadores de la planta. También justificó las cargas policiales. «Utilizar gases lacrimógenos nunca está bien, pero yo no fui quien decidió lanzarse a destrozar cualquier cosa», aseguró el presidente galo, que instó a los sindicatos a reunirse con él en el palacio del Elíseo el próximo lunes. Los portavoces de los dos sindicatos franceses, la CFDT y la CGT, ya aseguraron que no acudirán a la reunión con el presidente. «Hoy hemos sido recibido con gases lacrimógenos; no iremos el lunes al Elíseo», aseguró Edouard Martín, responsable de la CFDT.