Avilés, F. L. J.

Yolanda Menéndez, vecina de Raíces (Castrillón) de 38 años, es una de las afortunadas que encontró empleo este año en la comarca avilesina. Cuando los indicadores de desempleo arrecian con malas noticias, ella ha encontrado un puesto que se adapta como un guante a su problemática doméstica: un hijo de seis años y un bebé de seis meses, más un marido que trabaja a turnos. «Tuve mi primer empleo con veinte años y desde entonces alterné periodos con y sin trabajo, cobrando prestaciones por desempleo y sin cobrarlas... Cuando tuve ocasión realicé cursos de formación complementarios a mis estudios de administración y finanzas o de materias que me pudieran enriquecer y no dudé en ser madre. Entiendo que lo que no puedes es quedarte de brazos cruzados para encontrar un empleo; no es garantía de nada, pero por lo menos hay que molestarse en buscar», relata la recién empleada.