Más de 20.000 personas se sumaron ayer en Baja Sajonia y Bremen a una nueva semana de huelgas en el sector público alemán, tras no lograr un acuerdo salarial con la patronal. Los sindicatos exigen para los dos millones de empleados públicos aumentos salariales del 6,5 % o al menos 200 euros. La última oferta de la patronal es una subida del 3,3% de forma gradual en dos años.