M. CASTRO / P. TUÑÓN

«Muchos comercios pequeños decidieron cerrar en vista de lo que pasó en la anterior huelga»

<Roberto Santé >

Agente de viajes

La contestación social a la reforma laboral del Gobierno del PP tuvo ayer en Gijón uno de sus momentos álgidos con la multitudinaria manifestación que recorrió, al mediodía, el centro de la ciudad hasta el Náutico. Nunca antes una manifestación convocada por los sindicatos minoritarios CSI, CGT y SUATEA alcanzó el seguimiento de la de ayer. Los organizadores cifraron la asistencia en unas 15.000 personas. Desde la Delegación del Gobierno en Asturias declinaron facilitar las estimaciones de la Policía.

Al final de la marcha, en un Náutico abarrotado, se leyó un breve manifiesto en el que un portavoz de los convocantes señaló: «Nos quieren imponer unos recortes sin precedentes, más duros incluso que los que han exigido a Grecia, a Irlanda y a Portugal. Si no hay presión ciudadana, ¿quién nos va a salvar de un ajuste suicida del gasto público que nos lanza a una dura recesión? Es hora de rebelarnos, de ocupar y encender la calle».

Fue el colofón de una marcha que transcurrió sin incidentes, aunque como medida de precaución la Policía custodió algunos edificios públicos y la sede del PP en la calle Álvarez Garaya, por la que pasó la protesta, que arrancó de la plaza de El Humedal a las doce y media.

En la protesta coincidieron desde sindicalistas y militantes de organizaciones de izquierdas hasta familias con niños. Muchos no daban el perfil de los habituados a las procesiones de cada Primero de Mayo.

En su tramo final, los manifestantes se cruzaron con los gijoneses que aprovecharon la soleada jornada de huelga general para pasear por el Muro o tomar el sol en el arenal de San Lorenzo. «¡Hoy, en la playa; mañana, en la calle!», corearon los manifestantes al centenar de bañistas. El abaratamiento del despido con la reforma laboral es, junto a los cambios en la negociación colectiva, una de las principales preocupaciones de las organizaciones sindicales. La manifestación la abría una pancarta con el lema «Esto no es una crisis, es una estafa».

Los eslóganes a favor de la huelga, contra la reforma y contra los principales partidos políticos se repitieron a lo largo del recorrido, que llegó al paseo del Muro por la calle San Bernardo, girando en la calle Ventura Álvarez Sala, próxima al Ayuntamiento, por el que no pasó esta protesta.

En la plaza Mayor sí acabó otra manifestación paralela convocada en Gijón por UGT, CC OO y USO, en la que participaron varios centenares de personas (los mismos sindicatos habían convocado su protesta principal para la tarde en Oviedo). Esta manifestación acabó ante el Ayuntamiento tras pasar por la calle Marques de San Esteban y la misma contó con una nutrida representación de Izquierda Unida. En la cabecera, varias pancartas con lemas como «No a la reforma laboral. Defiende tus derechos. Defiende los servicios públicos» o «Rajoy: marioneta de los especuladores».

«No he ido a trabajar porque hay que luchar un poquitín por todo lo que hemos perdido los trabajadores»

<Ángel García >

Administrativo

«Hablan de que se crearán puestos de trabajo, pero va a ser en condiciones muy precarias»

<Patxi Artola >

Personal laboral

«Con esta huelga se descuentan los sueldos y los empresarios se benefician; hay que ser más creativos»

<Charo Bedoya >

Personal laboral

«Ha tenido éxito; fue un día casi festivo, ya que por la mañana no había ni gente ni coches por las calles»

<José Santana >

Arquitecto