Oviedo

El anuncio de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner iba a nacionalizar YPF, la filial argentina de Repsol, provocó que las acciones de la primera llegaran a desplomarse un 19% en Wall Street nada más conocerse la decisión. Se cotizaban a un precio de 17 dólares. Después ha moderado su caída hasta el 11%, pero la Bolsa de Nueva York ha decidido suspender la cotización de los títulos. Una decisión que sólo se toma cuando una compañía sufre una brusca caída en su cotización. El anuncio se produjo cuando la Bolsa española ya se encontraba cerrada. Desde enero pasado, las acciones de la petrolera que cotizan en Wall Street se han depreciado un 43,77%, mientras que en los últimos doce meses acumulan un descenso del 56,93%.

También en la Bolsa de Buenos Aires quedó suspendida esta jornada la cotización de las acciones de YPF, que antes de conocerse la decisión de la presidenta argentina, Cristina Fernández, perdían sólo el 2,44%.

En la Bolsa de Madrid, pese a la incertidumbre sobre el futuro de la compañía que se había levantado durante los últimos días, las acciones de Repsol se mantuvieron ayer prácticamente inmóviles, con una leve subida del 0,06%, hasta los 17,48 euros. La compañía que dirige Antoni Brufau afrontará mañana la respuesta de los mercados en España. Algunos analistas prevén ya una fuerte caída.