Oviedo / Gijón, M. C. / J. L. S.

La dirección de Arcelor en Asturias rompió ayer su silencio y aseguró que la subida de las tarifas portuarias en el puerto de El Musel supondrá un «significativo incremento de los costes de explotación [aunque no cuantificó de cuánto] en un período ya de por sí complicado para la industria siderúrgica europea» y destacó que el incremento «perjudicará la competitividad de sus factorías». La compañía siderúrgica, encabezada en la región por José Manuel Arias, había evitado pronunciarse hasta ahora sobre la subida de tasas que prepara el puerto gijonés, de un 30%. La Autoridad Portuaria y Puertos del Estado la justifican por la «situación financiera insostenible» de la dársena gijonesa. La próxima semana, la multinacional cargará en el puerto de Avilés dos barcos con chapa gruesa hecha en la factoría de Gijón.

La voz de alarma la había lanzado el presidente de la patronal asturiana, Severino García Vigón. En una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA, el líder de la FADE afirmó que la subida de tarifas había incrementado el riesgo de deslocalización de Arcelor. La multinacional asegura ahora que ya ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Gijón que «revise la medida anunciada». En su momento, cuando la empresa decidió instalar algunas cabeceras en Gijón, la proximidad y las posibilidades del puerto de El Musel jugaron un importante papel para tomar la decisión final, señalaban ayer algunas fuentes. De hecho, la propia siderúrgica reconoce que el puerto de Gijón «constituye una instalación esencial para la competitividad de Arcelor en Asturias». Algunas plantas de Gijón se juegan su futuro en estos meses. La dirección mundial de la empresa ha dado un ultimátum a la compañía en Asturias para que varias instalaciones de Veriña abandonen los números rojos antes del verano. En caso contrario podrían ir al cierre.

Según la multinacional, la compañía recibe 8 millones de toneladas de mineral de hierro y carbón siderúrgico y exporta cerca de 300.000 toneladas de productos al año por El Musel. Y argumenta: «Para desarrollar estas operaciones no se dispone de ninguna opción viable con la que Arcelor-Mittal pueda mitigar la merma económica que le provoca este drástico incremento de las tasas».

Esa falta de alternativas es clara en cuanto a la recepción de materias primas a través de la terminal de graneles sólidos, Ebhisa. Arcelor no sólo verá incrementadas las tasas portuarias para el mineral que recibe, sino que también ha visto este año cómo se incrementaban las tarifas que le cobra Ebhisa.

En cuanto a la exportación de sus productos, la empresa sí tiene cierto margen de maniobra con el que presionar al puerto de Gijón. Ése es el caso de las 4.700 toneladas de chapa gruesa, producida en su factoría de Gijón, que embarcará la próxima semana por Avilés. Lo hará en dos barcos que llevarán 2.300 y 2.400 toneladas, respectivamente, hasta el puerto holandés de Vlissingen. Dos embarques que según fuentes consultadas estaba previsto realizar en Gijón. La empresa alegó ayer que se utiliza Avilés porque coincide con otro embarque de carril en las instalaciones que utiliza en El Musel.

Hasta ahora, Arcelor sólo había recurrido excepcionalmente a sacar mercancía fabricada en Gijón a través de Avilés, al estar saturadas las instalaciones en las que realiza sus embarques. Pese a que Avilés está más alejado que El Musel, el transporte terrestre de productos de la factoría de Veriña no es disuasorio para Arcelor, dado que la siderúrgica dispone de sus propios convoyes ferroviarios.

Si se mantiene tal cual el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, a partir de su entrada en vigor a Arcelor le saldría más barato exportar sus productos siderúrgicos por Avilés que por El Musel. El puerto avilesino podrá aplicar bonificaciones del 20% al 40% a estos productos.