Barcelona, Gonzalo M. PEÓN

Madrid, Agencias

El Banco Herrero pondrá en marcha la próxima semana una línea especial de crédito para pequeñas y medianas empresas (pymes) de 300 millones de euros, según anunció ayer Pablo Junceda, director general de la entidad, tras la presentación en Barcelona de los resultados trimestrales del Banco Sabadell, del que forma parte el Herrero. El Sabadell ganó 80 millones hasta marzo, un 5% menos interanual. El Herrero incrementó su cartera de clientes (9.300 más) y su inversión crediticia (2,9% más) en ese mismo período

El objetivo de la nueva línea de crédito para pymes será triple: para el circulante de las empresas, para financiar salidas al exterior y para aumentar las líneas de negocio. Junceda destacó que en el primer trimestre del año el Herrero subió en un 6% la financiación a las empresas, unos 100 millones de euros.

Ese aumento de la financiación a las pymes no se correspondería con una mejora de la economía asturiana, sobre la que fue muy crítico Junceda. «Empecé el año muy preocupado y sigo muy preocupado», aseguró. Poco antes Jaume Guardiola, consejero delegado del Banco Sabadell, había dado una visión más optimista de la situación española: «Con el ajuste salarial y la reforma laboral las empresas empiezan a hacer sus cálculos para recuperar algún negocio aquí. España ya no es un sitio tan malo para producir». Su previsión es que estos proyectos empresariales empiecen a materializarse a lo largo del segundo trimestre y de 2013.

La situación diferencial asturiana está en la ausencia de un Gobierno que lidere la economía regional. «Hay decisiones que afectan al entorno empresarial y no hay quien las tome porque no hay Gobierno», destacó. «En períodos complicados lo que no se puede hacer es obra pública que no tenga sentido, pero los proyectos presupuestados que hay que hacer sirven de bálsamo para la crisis», destacó, resaltando que «a nadie se le ocurre hacer una nueva autovía que atraviese Asturias, pero sí hay que acabar la que está en marcha».

También Guardiola había lanzado interrogantes sobre la práctica de limitar la política económica a los ajustes. «El ajuste va en la línea correcta de bajar costes de producción, pero posiblemente esté siendo muy duro con la inversión pública, que podría mejorar la competitividad. Ése es el debate actual de si el ajuste debería de ser tan estricto».

Tanto Guardiola como Junceda garantizaron que su banco sí dará créditos a las empresas que sean viables. «Lo peor que le puede pasar al país es que cierren empresas que tengan viabilidad, sería una perdida sustancial para la recuperación», afirmó Guardiola. Junceda explicó que «si una empresa asturiana puede hacer negocio en Brasil o en Argelia, lo que no puede ser es que pierda el negocio porque nadie le dé 50.000 euros».

Jaime Guardiola también se refirió a la reforma financiera en marcha y dio a entender que al Sabadell no le interesa el "banco malo" o la "sociedad mala" que preparan el Gobierno y el Banco de España para aparcar los activos inmobiliarios que ahora lastran la solvencia del sector y la credibilidad del país en los mercados financieros. El consejero delegado aseguró que el Sabadell ya cuenta con un equipo para gestionar estos activos y cree que incluso podrán ser negocio a largo plazo, tras haber efectuado las provisiones y los ajustes correspondientes exigidos por el Gobierno. «Siempre hemos trabajado con la idea de la autosuficiencia para liquidar nuestros activos. Tenemos más de treinta promociones en marcha que están bien articuladas».

En cualquier caso, el Sabadell no descarta su participación en la sociedad que diseñe el Ejecutivo. «No sé cuál es el plan y cómo se está diseñando. Si hay un modelo que pueda encajar en nuestra estrategia, lo miraremos», dijo Guardiola, crítico también con la idea del Gobierno de que el saneamiento del sistema bancario se financie con el dinero de los propios bancos a través del fondo de garantía de depósitos. Al entender que su entidad es solvente y sería de las que tuviese que tapar los agujeros de las peor gestionadas, Guardiola explicó que «sería una desventaja para los bancos que no se hizo en ningún otro país. Para sanear a los peor gestionados, no se puede meter unas cargas al resto que les resten competitividad».

El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, admitió ayer que el sistema financiero español está penalizado en los mercados porque los inversores perciben que el proceso de reestructuración y saneamiento no ha culminado, «y esto es un lastre que tienen la economía española y el sector bancario, con independencia de cuál sea tu nombre», lamentó. También rechazó que el Santander participe en la sociedad que pergeñan el Gobierno y el Banco de España para separar el «ladrillo» del negocio bancario.

Sáenz sostuvo que los mercados están «histéricos» y no saben distinguir entidades capaces de generar buenos resultados con consistencia de las demás. En este marco, añadió que la banca «está resignada» a pagar la factura del saneamiento y la reestructuración del sistema financiero español a través del fondo de garantía de depósitos (FGD), al tiempo que consideró poco probable que se requieran fondos públicos.

El consejero delegado de la entidad cántabra afirmó además que el Banco Central Europeo (BCE) no debería ser tan tajante al decir que la subasta de liquidez de febrero fue la última, «porque eso le da al mercado un dato que no debería tener». En este sentido, estimó «deseable» que el organismo que preside Mario Draghi considere la posibilidad de abrir nuevas ventanas de liquidez, porque «podría aliviar la tensión de los mercados».

El Santander ganó 1.604 millones hasta marzo, el 24% menos, tras destinar 3.127 millones a provisiones para insolvencias, un 51% más.