Oviedo, J. CUARTAS

Novagalicia Banco, la entidad resultante de la integración de las cajas gallegas Caixanova y Caixa Galicia, abordará un nuevo plan de ajuste de red y cierre de oficinas, pero no afectará a Asturias. En la anterior reducción de sucursales tras la fusión, en diciembre de 2010, Asturias sólo se vio levemente afectada: entonces se clausuraron dos de las dieciséis sucursales. Desde entonces tiene 14 oficinas y 61 empleados en la región.

Ahora, la entidad gallega prevé simplificar el 45% de su red en España, salvo en Asturias, Galicia y León. Además, en Asturias, Galicia y León el grupo mantendrá su actual marca (Novagalicia), mientras que en el resto del país adoptará la enseña Evo y se especializará en un segmento menos generalista.

Novagalicia, que fue nacionalizado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el pasado septiembre al no haber logrado alcanzar el nivel de capital principal que le exigía el Gobierno y el Banco de España, tiene aún seis meses de plazo máximo para buscar capital privado y evitar su subasta. En diciembre, inversores particulares (caso del grupo La Estrella de Galicia, dueño de la asturiana Agua de Cuevas) tomaron el 2,59%. Novagalicia es accionista de las asturianas Cafento y GAM y de Itínere (dueña de Aucalsa, concesionaria del Huerna).