Roma, Agencias

La filial en Italia del banco estadounidense JP Morgan cerrará la cuenta del banco del Vaticano en su sucursal de Milán por las sospechas entorno a la transparencia de la institución financiera de la Santa Sede y considerarlo cliente de «riesgo». La entidad, formalmente conocida como Instituto de Obras Religiosas (IOR), promulgó grandes reformas el año pasado en un intento de obtener el apoyo de Europa y dejar atrás los escándalos que incluyeron acusaciones de lavado de dinero y fraude.

JP Morgan ya informó el pasado 15 de febrero mediante una carta al Vaticano del cierre de su cuenta. En la misiva se indica que la cuenta será gradualmente desactivada hasta ser cerrada de forma completa el 30 de marzo. Según señalaba un diario económico italiano, «Il Sole», JP Morgan consideraba que la entidad vaticana no había brindado información suficiente sobre algunas transferencias de dinero. Según relata la prensa transalpina, la cuenta del banco del Papa tiene una característica particular, por la que cada día su saldo se pone a cero y los importes se transfieren a la cuenta que el Instituto de Obras Religiosas tiene con JP Morgan en Francfort. En un año y medio se han movido más de 1.500 millones.

El banco del Vaticano, que es cliente de JP Morgan desde 2009, lleva tiempo siendo investigado por la Fiscalía de Roma por presuntas violaciones de la ley contra el lavado de dinero. En 2010, como consecuencia de estas investigaciones, la entidad estadounidense califica su cuenta como de «alto riesgo» y pactó una serie de obligaciones sobre información adicional que el Instituto de Obras Religiosas habría tenido que proporcionar.

La decisión de JP Morgan es un obstáculo a la petición del Vaticano para ser incluido en la llamada «Lista Blanca» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el listado de países que están en primera fila contra el lavado de dinero.