Oviedo, José Luis SALINAS

«El sistema energético necesita a medio y largo plazos medidas adicionales. Una solución adecuada sería un incremento gradual de las tarifas eléctricas y una reducción de los costes». La propuesta la realizó João Manso Neto, uno de los pesos pesados dentro del grupo luso Energías de Portugal (EDP), compañía que controla a la asturiana Hidroeléctrica del Cantábrico (HC), ante más de un centenar de inversores, durante unas jornadas celebradas en la nueva sede de la compañía lusa en Oporto. El Gobierno tiene previsto presentar a finales de junio una nueva reforma del sector energético para tratar de reducir el déficit eléctrico que, según las últimas cuentas alcanza ya los 24.000 millones. El objetivo del equipo que dirige Mariano Rajoy es cortar desde 2013 el aumento de ese déficit, resultado del desfase entre los costes y los ingresos del sistema eléctrico.

Manso, ex consejero delegado de HC, destacó que el mercado ibérico «es un reto en el corto plazo». Y añadió: «Su situación no es sostenible y requiere mejoras». Por un lado, EDP reclama que se realice una sostenida y suave subida del recibo eléctrico y por el otro una reducción de costes que podría realizarse mediante el corte de algunas de las retribuciones que reciben las compañías eléctricas.

El nuevo ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció recientemente que dentro de unas semanas presentará su reforma energética y aseguró que los costes «no recaerán sólo en las espaldas de los consumidores». El Ejecutivo tendrá la difícil papeleta de tratar de conjugar los intereses de hogares y empresas consumidoras, la necesidad de mejorar la competitividad de la economía española con costes energéticos más moderados y también los intereses de las empresas eléctricas, de enorme importancia económica e influencia.

El actual consejero de HC, Miguel Stilwell, también mostró su respaldo a las palabras de João Manso. Según apuntó tras realizar su presentación ante los inversores, el primer ajuste que realizó el Gobierno español en el mes de marzo a consecuencia de los cual los recibos de la luz subieron una media del 7%, «ya fue bastante fuerte, sobre todo para los consumidores». Aunque a continuación destacó que se necesitan nuevas medidas para reducir el déficit tarifario. «El Gobierno ahora tiene dos opciones: una supone tomar medidas muy radicales que puedan tener unos impactos muy negativos, o encontrar un plan más equilibrado», señaló Stilwell. Minutos antes Manso había señalado que tomar medidas muy duras el próximo mes de junio podría «poner en peligro la estabilidad del sistema».

Según las cuentas que acaba de presentar la compañía energética lusa, las primeras medidas anunciadas en marzo por el Gobierno español, entre las que además de una subida de la factura eléctrica se incluyeron recortes en parte de las retribuciones de las eléctricas (en la distribución y en los pagos por capacidad), han supuesto un impacto en las cuentas de HC de 25 millones de euros. La compañía ha alertado además de que en tanto el Ejecutivo no reconsidere el frenazo que ha dado a las primas para las energías renovables, no ejecutará las inversiones que tenía previsto realizar en España, que incluyen la instalación de 300 megavatios en parques eólicos en Asturias (unos 400 millones de inversión).

En Portugal, el grupo multinacional EDP quiere aprovechar la liberalización energética que entró en vigor este año para crecer por la vía del gas. Según señalaron fuentes de la empresa, la intención es emular la estrategia que ha seguido en España combinando una oferta conjunta de electricidad y gas para sus clientes. En el país portugués la eléctrica apenas tiene algunos kilómetros de tubería de gas en el norte del país. Ahora las intenciones de EDP pasan por crecer quitándole clientes a la gasista Galp. La empresa cuenta en España con 1,7 millones de clientes (1 millón en electricidad y 770.000 en gas) y en Portugal cuenta con 6,2 millones de abonados, la inmensa mayoría (6 millones) en electricidad, y el resto en gas.