Oviedo, José Luis SALINAS

En las oficinas de empleo de Oviedo había ayer muy poco movimiento. Las puertas casi no se movían y los parados salían a cuentagotas. La instauración de la cita previa también ha provocado que en las oficinas las aglomeraciones hayan descendido considerablemente desde hace meses.

-Parece que los parados también han ido a la huelga.

-Sí, hay menos gente de la habitual. Pero nosotros no les descontamos nada en las prestaciones.

La conversación la abría un vecino de la capital que se había percatado de la escasa afluencia a la oficina de la calle de General Elorza, y respondía a las puertas uno de los trabajadores del Servicio Público de Empleo. Tras ellos salía uno de los pocos usuarios de la oficina: el ovetense Enrique Fernández tenía una empresa dedicada a realizar trabajos de rehabilitación en alturas, pero tuvo que cerrar hace ocho meses debido al desplome de actividad en el sector de la construcción. «No está la cosa como para perder ni un solo día de buscar trabajo», asegura.

En opinión de este autónomo en paro, «esta huelga no va a servir para nada». «Las decisiones que ha tomado el Gobierno parecen inamovibles», señala el desempleado, uno de los casi 100.000 que hay en la región. Fernández reconoce que le resulta difícil llegar a fin de mes, ya que «pese a haber cotizado durante más de diez años, ahora no tengo derecho a ninguna prestación», apunta. «Menos mal que ella -señala mientras apunta a su acompañante, Elena Fernández-tiene una pensión y gracias a eso podemos ir tirando».

Para el joven Borja Porrero, otro de los parados que ayer se acercaron a una oficina de empleo de la capital, «la gente que está haciendo huelga tiene razón porque ahora hay una gran incertidumbre laboral». Y añade: «Mi padre siempre dice que al que trabaja nunca le echan, pero con esta reforma laboral eso no es tan seguro». Este joven de 20 años lleva desde los 18 demandando un trabajo. Aprovecha su tiempo haciendo cursos para seguir formándose, pero señala que «ahora ni siquiera se ofrece nada».

Marián Álvarez y Nazaret Suárez salen juntas de la oficina de empleo. La primera, secretaria de profesión, lleva cinco meses en el paro, y la segunda, que ha dedicado su carrera profesional a la organización de eventos, siete. Ninguna apoya la huelga y ven con buenos ojos la reforma laboral que acaba de impulsar el Gobierno. «No creo que con la reforma laboral vaya a haber menos trabajo como se dice, sino todo lo contrario», sostiene Nazaret Suárez. Aun así, no ven que haya demasiado movimiento de ofertas. «Parece más bien que venimos a hacer amigos, porque ofertas hay pocas», concluye Marián Álvarez.

«No está la cosa como para perder ni un solo día de búsqueda de empleo y no creo que la huelga solucione nada»

<Enrique Fernández >

Autónomo de la construcción en paro

«No creo que con esta reforma del mercado laboral vaya a haber menos trabajo como se dice, sino que puede pasar lo contrario»

<Marian Álvarez >

Secretaria en paro

«No haré huelga, pero entiendo a la gente que va a parar porque esta reforma laboral genera inseguridad»

<Borja Porrero >

Empleado de hostelería en paro

«En las oficinas de empleo hay muy pocas ofertas de trabajo, más bien parece que venimos a hacer amigos»

<Nazaret Suárez >

Organizadora de eventos en paro