Oviedo, José Luis SALINAS

Los sindicatos asturianos valoraron ayer muy positivamente la respuesta ciudadana a la jornada de huelga general del jueves y confían en que el paro haga que el Gobierno modifique la reforma laboral. En caso contrario, advierten UGT y CC OO, las movilizaciones irán en aumento. En cambio, la patronal FADE restó importancia al seguimiento del paro en el Principado y salió en defensa de los cambios en el mercado de trabajo e instó al Gobierno central a no variar el rumbo de su reforma.

El patrón de patronos asturiano, Severino García Vigón, reprochó las actuaciones de algunos de los piquetes, de los que aseguró «tenían poco de informativos». Y destacó que se sentía preocupado porque las movilizaciones fueran en aumento. «¿Cuántas huelgas generales han tenido ya Grecia y Portugal, y sin embargo sus problemas siguen sin resolverse?», cuestionó el líder de la FADE. A su entender, además, «lo que debe de transmitir España ahora es confianza y la imagen que se ha mostrado del país con esta huelga a nivel internacional provoca todo lo contrario».

Los sindicatos han dado de plazo al Gobierno hasta el 1 de mayo, Día del Trabajo, para sentarse a negociar modificaciones en la reforma del mercado laboral. De lo contrario, advirtió el secretario general de CC OO en Asturias, Antonio Pino, «ese mismo día podrían anunciarse nuevas movilizaciones». Las centrales no sólo quieren que el Ejecutivo se siente con ellos a negociar sobre los cambios en el mercado de trabajo, sino que aspiran a que antes de ese día se produzcan modificaciones significativas. «Vamos a trabajar para tener un Primero de Mayo potente», aseguró Pino.

El sindicalista también afirmó que el Gobierno había falseado los datos de consumo eléctrico, uno de los termómetros que se utilizan para medir el éxito o el fracaso de las huelgas, incluyendo en las estadísticas el consumo de los hogares, cuando en anteriores convocatorias, sostiene, no se había hecho así. Para Pino, el «éxito de la huelga debería abrir los ojos al Gobierno de Mariano Rajoy para escuchar lo que le están pidiendo los ciudadanos.

En similares términos se expresó el secretario general de UGT en Asturias, Justo Rodríguez Braga. El sindicalista aseguró que ante el éxito de las protestas, el Gobierno «debería abrir ahora un proceso de negociaciones que provoquen un retorno al diálogo social». «En caso contrario», advirtió Braga, «seguiremos en confrontación».

La comisión ejecutiva de UGT emitió ayer un comunicado para agradecer la participación de los ciudadanos en la movilización. En el texto se asegura que «el Gobierno ya sabe que no estamos dispuestos a trabajar sin derechos ni protección social, ni salir de la crisis con el esfuerzo exclusivo de los trabajadores». Y resalta la dirección ugetista que «el mérito de este éxito ciudadano y sindical es doble porque de nada han servido ni la actitud del Ejecutivo, que impone su mayoría absoluta despreciando el diálogo social y el consenso, ni el frente antihuelga formado por la derecha y una parte de la patronal, que están empeñados en una campaña antisindical de desprestigio y mentiras para enfrentar a los trabajadores con los sindicatos».

El Gobierno no aclaró ayer si va a convocar a una reunión a los sindicatos para hablar sobre la reforma laboral. La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se limitó a condenar los actos violentos y aseguró que el objetivo de la reforma es crear empleo. «Invito a que más partidos sumen sus aportaciones, porque es momento de aportar y construir», añadió.