Madrid, Agencias

La deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo (BCE) se disparó hasta los 227.600 millones de euros en marzo, esto es un 49,3% más respecto a los 152.432 millones contabilizados en febrero. Es un nuevo récord histórico que refleja las tensiones de liquidez del sector español, su necesidad de apelar al dinero que presta el Eurobanco ante las dificultades para financiarse en los mercados internacionales.

El citado importe es el saldo vivo que la banca española aún tiene pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente y se alcanza tras la segunda subasta de inyección de liquidez a tres años del BCE, a la que acudieron masivamente entidades de la mayor parte de los países del euro.

La cerrazón del mercado interbancario se pone de manifiesto en que el crédito solicitado por la banca española al organismo que preside Mario Draghi se multiplicó por cinco respecto al registrado en marzo de 2011 (42.244 millones).

La dependencia del sector español del BCE se agudiza en un momento de dificultades para el negocio financiero y de rebrote de la desconfianza sobre la economía española. Las tensiones de liquidez coinciden también con las presiones a las que están sometidas las entidades para reforzar su solvencia y abordar el saneamiento de sus balances, en el contexto de la reforma financiera emprendida por el Gobierno. El dinero prestado por el BCE está siendo utilizado en buena parte por la banca para comprar deuda pública.