-¿Usted recortaría las prestaciones de paro?

-Ojalá no haya que hacerlo, pero la mejor garantía es que haya empleo. Al que lo necesite, que no le falta de nada, pero debemos concienciarnos de que no caben engaños. Hay que ser eficaces con todo el gasto público. Por ejemplo, no sé cuantos hospitales debe tener Asturias, pero sí sé que hay uno nuevo en Oviedo y otro más en Mieres, a veinte kilómetros, y ambos están sin inaugurar.

-La reforma laboral ha costado una huelga general y los sindicatos sostienen que pone en manos de los empresarios un arma de destrucción masiva de empleo...

-La huelga estaba descontada políticamente por el Gobierno. Me atrevo a decir que si esta reforma laboral hubiera sido elaborada hace dos años por el anterior Ejecutivo no se habría destruido tanto empleo en este tiempo. Y digo también: estamos en recesión y eso genera más paro, pero con esta reforma se va a atenuar la destrucción de trabajo.

-¿Abaratando el despido?

-Esta no es la reforma del despido, sino de la flexibilidad. Una empresa podrá repartir la carga de trabajo en lugar de echar a diez.

-El crédito no llega pese a las reformas financieras.

-Está tardando mucho. Pero hagamos un poco de historia. Primero, el anterior presidente del Gobierno decía que teníamos el mejor sistema financiero del mundo, luego los acontecimientos demostraron que no era así; alguien se olvidaba de que la mitad del sector estaba en manos de las cajas, con muchos problemas, una altísima concentración de riesgos en el sector inmobiliario y a menudo gobernadas con criterios políticos. Se produjo una primera oleada de fusiones y ahora tiene que llegar otra de saneamiento. Y todavía no ha terminado. De una puñetera vez hay que acabar con esto, sanear lo que haya que sanear, aflorar lo que tenga que ser y dotar lo que se tenga que dotar. ¿Qué hicieron en Estados Unidos?

-Inyectar mucho dinero público, ¿debería hacerlo España?

-Tal vez haya que recurrir al apoyo de la Unión Europea para eso. Mientras los bancos estén mirándose al ombligo, pendientes de sus propias necesidades, mal van a ir las cosas.

-¿Cómo les va con el crédito a los empresarios asturianos?

-Están comprometiendo los patrimonios particulares para que sobrevivan las empresas. Los bancos dicen: «Te doy, pero sólo si hipotecas tu casa». Nadie habla de ese tema.