Berlín, Agencias

La canciller germana, Angela Merkel, se mostró ayer inflexible sobre la posibilidad de imprimir un cambio del rumbo que Europa está siguiendo ante la crisis. «El pacto fiscal es innegociable», respondió Merkel en una entrevista después de que el candidato socialista a la Presidencia francesa, François Hollande, anunciara su propósito de renegociar ese pacto si vence en las elecciones galas del próximo 6 de mayo. El pacto de disciplina fiscal obliga a todos los países a buscar el equilibrio presupuestario y es pieza clave de la política de austeridad y reformas que Alemania defiende para la eurozona.

Merkel ha evitado confrontar de forma directa con el rival de Sarkozy, pero su Administración ha dejado claro que la austeridad ha de ser el primer pilar de la estrategia europea anticrisis, frente a los estímulos que están demandando los socialdemócratas de varios países. Al hilo de esa discusión, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha remitido una carta a los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE para comunicarles la posibilidad de celebrar una cumbre especial en junio. También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, afirmó ayer que espera que «todos los países entiendan el mensaje» de la necesidad de apostar por medidas de crecimiento para completar las medidas de consolidación fiscal en el camino hacia la reactivación de la economía europea.

«En los últimos tiempos nos hemos centrado en medidas urgentes de consolidación fiscal a consecuencia de la crisis económica. Ahora van apareciendo cada vez más ideas concretas para aumentar el crecimiento», aseguró. Las diferencias sobre las exigencias de la UE para ahondar en los recortes y así reducir el déficit provocaron el pasado fin de semana la caída del Gobierno de Holanda.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, aseguró que el crecimiento es el «segundo pilar» de las medidas adoptadas en la zona euro y que debe complementar la vía de la austeridad. Y apuntó sobre España: «El Gobierno alemán confía plenamente en las medidas adoptadas por España». Seibert también destacó el «respeto» con el que a escala internacional se ha recibido la «determinación» del Ejecutivo español.

El Gobierno alemán y la Comisión Europea mostraron ayer su respaldo a la política de España. Los mensajes se produjeron unas horas después de que la agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) decidiera rebajar dos escalones la Deuda española (hasta BBB+, aprobado alto).

La portavoz de la Unión Europea, Pia Ahrenkilde, afirmó que «seguimos confiando en el compromiso y la determinación mostrados por el Gobierno español para reformar la economía y cumplir los objetivos de reducción del déficit».