Berlín, Efe

El presidente del Bundesbank (el banco central alemán), Jens Weidmann, aconsejó ayer en público a España que se cobije bajo el paraguas del rescate europeo como país y no se limite a pedir ayudas para su sector bancario. La Unión Europea ha dado el visto bueno a un préstamo de hasta 100.000 millones de euros para salvar el sistema financiero español. Como contrapartida ha impuesto 32 duras condiciones que suponen importantes recortes, subidas fiscales y reformas estructurales.

«Los balances bancarios son siempre también un espejo de toda la economía» de un país, señaló Weidmann en unas declaraciones que publicó ayer el rotativo económico «Börsen Zeitung».

El presidente del banco central alemán añadió que España arrastra problemas que necesitan una actuación urgente, como la elevada tasa de desempleo y los graves déficits financieros de sus autonomías.

«El mercado de la deuda reaccionaría positivamente si los inversores vieran que las condiciones del programa de ayudas fuesen más allá del sector bancario», subrayó Weidmann.

Asimismo, destacó que los últimos anuncios del Gobierno español sobre sus nuevos planes para afrontar la crisis demuestran la necesidad de reformas radicales.

El Bundestag (Cámara baja) votará el próximo 19 de julio si da luz verde a la contribución alemana a la ayuda a la banca española, un trámite en el que no se esperan sobresaltos, ya que tanto el Gobierno como los socialdemócratas, el mayor partido de la oposición, respaldarán la medida.

El jefe del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), el alemán Klaus Regling, también salió ayer al escenario para pedir confianza en el paraguas de rescate para la zona del euro, que ha subrayado que funciona correctamente. «Nuestro trabajo funciona», dijo en declaraciones adelantadas por el dominical «Welt am Sonntag».

Tras manifestar que tanto Irlanda como Portugal son «historias de éxitos» que confirman el buen funcionamiento del FEEF, Regling destacó que «si no llega a existir» el fondo de rescate, Irlanda no sería hoy miembro de la Unión Monetaria». En este sentido, celebró que las ayudas multimillonarias de sus socios en la zona del euro hayan posibilitado su recuperación financiera.

Klaus Regling advirtió también sobre la necesidad de que los países con dificultades incidan en los ajustes. Destacó que Irlanda y Portugal son buenos ejemplos de que las ayudas a la liquidez sirven para apoyar las necesarias reformas, pero en ningún caso las reemplazan.

«Las ayudas sólo sirven para superar el tiempo que los mercados necesitan para comprobar que las reformas funcionan», explica Regling.

El actual fondo de rescate para los países en crisis de la zona del euro, que será el que aporte el dinero para la banca española, será sustituido por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que también pilotará Klaus Regling.