La vicepresidenta segunda del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, negó hoy con rotundidad la posibilidad de que España haya solicitado o esté abocada a un rescate financiero.

"No va a haber rescate ni el rescate es una opción. La opción del rescate está descartada", afirmó la vicepresidenta, ante la información que ha aparecido en las últimas horas acerca de que España podría haber negociado un rescate con sus socios europeos.

Varios medios recogen hoy una información que apunta que el ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoció esta semana a su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, que España necesitaba un rescate por importe de 300.000 millones si los costes de la deuda se mantenían en niveles insostenibles. En declaraciones a EFE, un portavoz de Economía desmintió además esta información.

La vicepresidenta indicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que cuando se reunieron Guindos y Schäuble, los dos ministros ya informaron del contenido del encuentro, y "a esa información me remito", señaló.

Sáenz de Santamaría fue preguntada también por la conversación telefónica que hoy tenían prevista el presidente francés, François Hollande, y la canciller federal alemana, Angela Merkel, para hablar sobre la situación económica en España, según informaron hoy medios locales franceses.

La vicepresidenta considera que estos contactos "forman parte de las conversaciones usuales entre líderes europeos en estas últimas semanas y estos días, como consecuencia de la incertidumbre de la zona euro".

"El propio presidente (del Gobierno)- dijo la vicepresidenta- ha tenido la oportunidad de hablar con varios líderes europeos sobre la situación por la que atraviesa Europa. Estamos concernidos y preocupados".

Tras varios días de tensiones en los mercados, la prima de riesgo se relajó ayer más de 50 puntos y se situó por debajo de 600 puntos. Hoy prosiguió su caída hasta 534 puntos básicos, con la rentabilidad del bono en el 6,71 %.

Además, el Gobierno español no va a pedir que el fondo de rescate europeo utilice parte de los 100.000 millones de ayuda a la banca para comprar deuda publica, según dijo hoy en declaraciones a la prensa la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Hasta ahora, el Gobierno se ha mostrado reacio a que el dinero sobrante del paquete de ayuda a la banca se utilice para comprar deuda publica, posibilidad que contempla el propio acuerdo suscrito con el Eurogrupo.

Si el fondo de rescate adquiriese deuda en los mercados secundarios, o incluso en el mercado primario, ello permitiría al Gobierno español abaratar el coste de sus emisiones y se atenuarían las tensiones sobre la prima de riesgo. Pero para que esto ocurra, debe de haber una solicitud formal del Gobierno, algo que la vicepresidenta aseguró que no va a ocurrir.

En Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, se mostró sin embargo partidario, esta misma semana, de que el fondo europeo de rescate intervenga en los mercados de deuda.