Oviedo, L. GANCEDO

La tarifa eléctrica bajará en torno a un 2% el próximo mes de octubre y lo hará por primera vez desde 2009. Pero ese aparente alivio en la factura energética de los hogares no se notará en los recibos o lo hará mínimamente. Quedará tapado por el reciente incremento del IVA y por los recargos que las eléctricas han empezado a aplicar en ejecución de dos sentencias que meses atrás anularon las congelaciones de precios aprobadas por el Ministerio de Industria a finales de 2011 y principios de 2012. El conjunto de las decisiones que han afectado al precio de la luz desde principios de 2012 equivale a una subida superior al 15%, la mayor en al menos catorce años.

La tarifa eléctrica que pagan más de veinte millones de hogares y pequeños negocios en España tiene dos componentes: de una parte, los llamados «peajes», costes regulados que fija el Gobierno y que suponen aproximadamente la mitad del recibo; de otras parte, el coste de la energía, que se determina con arreglo a los resultados de una subasta entre generadores y comercializadores de electricidad, que se celebra trimestralmente. El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció estos días que el Ejecutivo no subiría los «peajes». Ayer se celebró la comentada subasta y arrojó como resultado un abaratamiento de la energía del 4,6%. La combinación de ambas circunstancias supone que a partir de octubre la tarifa eléctrica baje formalmente el 2% hasta diciembre, cuando volverá a ser revisada.

Para el consumo de un hogar medio, que la luz se abarate el 2% supone algo menos de 1,5 euros al mes. Ahora bien, confirmaron fuentes del sector eléctrico, lo más probable es que la mayoría de las familias no note esa rebaja cuando llegue el recibo. Es así porque el descenso quedará oculto bajo los impactos de otras dos decisiones: la reciente subida del IVA y un nuevo recargo que las eléctricas están aplicando en la factura desde agosto.

Ese recargo corresponde a unos «atrasos» correspondientes al período comprendido entre el 1 octubre de 2011 y el 31 de marzo de 2012. Para esos seis meses, el anterior Gobierno y el actual aprobaron sendas congelaciones de los «peajes» que fueron recurridas por las eléctricas ante la justicia. El Tribunal Supremo falló en ambos casos a favor de las compañías y obligó al Ministerio de Industria a imponer un incremento del 7% que comenzó a aplicarse en abril de este año y que afectó con carácter retroactivo a los consumos de los seis meses anteriores. Las eléctricas han refacturado esos consumos precedentes y pasará el cargo a los usuarios repartido en los recibos hasta finales de año.

Así que la misma familia media que puede ahorrar 1,5 euros con el descenso de la luz de octubre va a pagar en ese mismo mes seis euros extra por el impacto de las sentencia del Supremo y otros dos por el incremento del IVA.

El ministro Soria expuso ayer que el descenso de la tarifa eléctrica, el primero desde 2009, es en alguna medida un reflejo de las medidas que el Gobierno ha ido tomando -recortes en retribuciones a las compañías y otros ajustes- en el sistema eléctrico y afirmó también que, pese a ese descenso de los precios, el llamado «déficit tarifario» (multimillonario desfase acumulado entre los gastos y los ingresos de la tarifa) no crecerá este año por encima de lo previsto.

El precio de la electricidad para los hogares ya subió más de un 50% entre 2007 y el pasado verano. Este año, entre las variaciones de la tarifa, el impacto del IVA y las sentencias del Supremo, el incremento va a superar el 15%.