Luxemburgo, Agencias

España sufrirá en 2013 la segunda mayor caída mundial del producto interior bruto tras Grecia, según las previsiones hechas públicas anoche por el Fondo Monetario Internacional. El FMI pronostica que nuestra economía se contraerá un 1,5 por ciento este año y un 1,3 el próximo, casi el triple del que prevé el Gobierno. Los datos representan una mejora de dos décimas frente a la previsión de julio (del -1,7% de entonces al -1,5 % de ahora). El Fondo, sin embargo, empeora en una décima el dato del 2013: del -1,2% de julio pasa al -1,3%.

El FMI pronostica que la eurozona volverá a crecer en 2013, con un repunte del 0,2% tras la contracción del 0,4% prevista para este año. Los nuevos datos representan una rebaja de las perspectivas de crecimiento de una décima para 2012 y de 0,5 puntos para el 2013.

El Fondo espera también que se modere el ritmo de consolidación fiscal en la zona euro, aunque España será una «excepción» a esa tendencia, ya que debe «acelerar» su ritmo de consolidación presupuestaria para alcanzar los objetivos de déficit de 2012 y 2013 acordados con Bruselas, del 6,3% y del 4,5% del PIB, respectivamente. El FMI advierte sobre la elevada tasa de paro en España, que se situará -dice- en el 24,9% este año y en el 25,1% en el siguiente. En lo que se refiere a la inflación, pronostica un 2,4% tanto para este ejercicio como para el próximo.

Mientras, Alemania expresó ayer sus reticencias a que España reciba al menos por ahora el auxilio financiero de sus socios comunitarios, una cuestión que el Gobierno de Angela Merkel no desea abordar de manera inmediata por razones de política doméstica, según una tesis que está ganando crédito en ámbitos de las instituciones europeas. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó que España «no necesita ningún programa de ayuda financiera», recordando que el Ejecutivo español, por boca del ministro Luis de Guindos, ha afirmado que el país no precisa un rescate. La indeterminación sobre si finalmente habrá o no rescate lastró ayer el comportamiento de la Bolsa e hizo que repuntara la prima de riesgo.

Los ministros de Economía de la eurozona permanecían reunidos anoche en Luxemburgo para abordar la puesta en marcha del nuevo fondo de rescate (MEDE) y el análisis de las reformas y los presupuestos de España para 2013. Antes, el ministro de Finanzas germano hizo público su rechazo a que España pida un nuevo rescate, al menos por ahora. «Sólo oigo lo que dice el Gobierno español y ratifico que eso es así: El Gobierno español dice que no necesita ningún programa de asistencia financiera», indicó. «España hace todo lo necesario en la política de las finanzas y las reformas estructurales. Tiene un problema con sus bancos como consecuencia de la burbuja inmobiliaria de años anteriores y por eso recibe ayuda para la recapitalización de la banca», recalcó.

Las manifestaciones de Schäuble coinciden con las reservas que se atribuyen a Merkel sobre una eventual solicitud de ayuda por parte de España. Esa petición obligaría a la canciller a someterse a un debate en el Parlamento alemán (Bundestag) y a encajar un desgaste político doméstico inconveniente camino de 2013, año electoral. La canciller se enfrenta también a otras decisiones relativas al rescate de Grecia y al solicitado por Chipre que precisan la anuencia del Bundestag. Según los analistas políticos, el Gobierno alemán quiere evitar ese rosario de bretes parlamentarios y «empaquetar» todos los asuntos para abordarlo de una sola vez.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que España «va a hacer su parte» para cumplir con los objetivos de déficit fijados por la UE, para lo que, en principio, no se requerirán de más medidas de austeridad, señaló. De Guindos expuso a sus socios de la eurozona los resultados de las pruebas de resistencia de la banca española, el plan de reformas aprobado por el Gobierno, de la ejecución presupuestaria y del proyecto presupuestario de 2013.

El encuentro de ayer en Luxemburgo sirvió para poner en marcha oficialmente el fondo de rescate permanente de la eurozona (el llamado MEDE), un paso que fue calificado por los ministros de Finanzas de «hito» en su respuesta contra la crisis, pese a que quedan incógnitas clave por despejar. Lo que sí se aclaró es que será el mecanismo que financie la totalidad del préstamo a la banca española. En la reunión del Eurogrupo quedó patente la resistencia de Alemania y otros países del norte a cumplir el compromiso de junio para poner en marcha en 2013 la unión bancaria, para que el MEDE inyecte las ayudas en los bancos sin que compute como deuda pública.