El Gobierno español afirma que "no tiene prisa" en decidir si solicita o no la línea de crédito preventiva del fondo de rescate permanente (MEDE), que activaría la intervención del Banco Central Europeo en el mercado secundario de deuda, informaron a Europa Press en fuentes del Ministerio de Economía.

El departamento que encabeza Luis de Guindos sale así al paso de las informaciones que pronostican una "inminente" solicitud de ayuda por parte del Ejecutivo español, argumentando que "no hay prisa" para tomar una decisión en uno u otro sentido, dado que el Tesoro español mantiene su acceso a los mercados, como puso de manifiesto la subasta del martes, caracterizada por una "fuerte demanda" y en la que superó sus expectativas al colocar 4.800 millones en letras a 12 y 18 meses a tipos más bajos.

Asimismo, las fuentes recordaron que el Tesoro ha captado ya en el mercado 75.632 millones de euros en deuda a medio y largo plazo, lo que significa el 88% de la previsión de emisión para todo el año, mientras que el tipo de interés medio de emisión se situaba a 30 de septiembre en el 3,39%, por debajo del 3,90% con que se cerró diciembre de 2011.

Este jueves el Tesoro volverá a testar el apetito del mercado en una subasta de bonos a medio y largo plazo en la que prevé captar entre 3.500 y 4.500 millones de euros. En concreto, subastará bonos con cupón del 4,00% y vencimiento a 30 de julio de 2015, bonos con cupón del 4,25% y vida hasta el 31 de octubre de 2016 y obligaciones con cupón del 5,85% y vencimiento a 31 de enero de 2022.

Analistas consultados por Europa Press prevén que las favorables condiciones del mercado propicien que se mantenga la dinámica de fuerte demanda y menores tipos de interés que en subastas precedentes.

La activación de la línea preventiva de crédito de condicionalidad reforzada implicaría el cumplimiento de una serie de condiciones que aparecerían recogidas en un nuevo Memorandum of Understanding (MoU), si bien los líderes europeos pactaron en junio que si un país pide el rescate no se le impondrán condiciones nuevas, sino que se fijará un calendario para el cumplimiento de las recomendaciones que ya ha realizado la UE.