Madrid / Washington, Agencias

Tres días después de que se conociese que la cifra de paro en España alcanzó un nuevo récord histórico (25%), la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sostuvo que el país está «saliendo de la crisis», y que esta apreciación «no es un optimismo vacío», puesto que en España «se están viendo ya señales esperanzadoras». El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, replicó que ni la titular de Empleo, Fátima Báñez, ni el Gobierno se creen lo que dice.

El diagnóstico de Báñez se produjo a la vez que en Washington el presidente de EEUU, Barack Obama, animase a los europeos a superar juntos la crisis y a «no permitir que España se derrumbe». Fue la segunda alusión en pocos días de Obama a las dificultades por las que atraviesa la cuarta economía de la eurozona y la tercera que los dos candidatos a la Casa Blanca (el demócrata y el republicano) ponen a España como mal ejemplo durante la campaña electoral.

«No podemos permitir que España se derrumbe», dijo el presidente de EEUU. «Grecia, obviamente, tiene incluso más problemas que España pero es un país más pequeño». Para Obama, «Italia tiene los mismos problemas en términos de financiar sus gobiernos», dijo.

«Hemos trabajado mucho para que toda la UE reconozca que necesita trabajar juntos para resolver» la crisis y, en este sentido, «tenemos que asegurarnos de que todos los países en la región trabajen juntos» y de que «España, que ha hecho grandes esfuerzos, está recibiendo el apoyo de otros países como Alemania, para que las reformas a largo plazo beneficien a toda la Unión», agregó.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo italiano, Mario Monti, volvieron a alejar ayer la posibilidad de que sus Gobiernos vayan a pedir ayuda financiera a Bruselas e instaron a la UE a agilizar la unión bancaria y fiscal, pero descartando, por ahora, crear la figura de un supercomisario económico que controle los presupuestos de los socios comunitarios. Esta idea la defiende Alemania y ha sido apoyada por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Además, Rajoy y Monti emplazaron a la UE a que se den pasos cuanto antes para la recapitalización directa de los bancos europeos, sin que esa ayuda se canalice a través de los Estados, como ahora, por lo que contabilizan como deuda pública del país.

Sobre el rescate, Rajoy aseguró que no lo pidió a la UE porque «no es imprescindible en este momento para los intereses generales de los españoles».

Rajoy y Monti pidieron a la UE que avance lo más rápido posible en su integración bancaria, fiscal, económica y política. Eso es lo primero que creen que debe hacer Bruselas antes de acometer otros proyectos como la creación de un supercomisario económico. «Esa idea, aisladamente considerada, no me gusta», sostuvo Rajoy, quien opinó que Europa debe fijar primero «qué es lo que quiere ser» y «adónde quiere ir». Rajoy no descarta totalmente el supercomisario para el futuro, pero rechaza que sea «lo único que se pretende hacer» porque ese proyecto incide sólo en el control del déficit público y el Gobierno español ve necesario abordar «todo en un paquete» más amplio de medidas.