Berlín / Oviedo, Agencias

La canciller alemana, Angela Merkel, dio muestras ayer de que no piensa aflojar en la política de austeridad y reformas que está dictando en Europa con el respaldo de los países ricos del Norte y de gobiernos conservadores como el español. «Necesitamos un gran esfuerzo, de cinco años y más» para superar la crisis europea, dijo la mandataria germana durante un acto de su partido, la formación democristiana CDU.

Merkel se mostró firme en su diagnóstico de que la zona euro está lejos de haber dejado atrás la Gran Recesión y subrayó la necesidad de más reformas y ajustes «para recuperar la confianza de los inversores e impulsar de nuevo la economía». «Hay muchos inversores que no se creen que en Europa cumplimos nuestras promesas; necesitamos austeridad para convencer al mundo de que vale la pena invertir en Europa», señaló la canciller, colocándose de nuevo enfrente de quienes, cada con más intensidad y desde variopintas posiciones ideológicas, están demandando estímulos, además de ajustes, para reanimar el crecimiento económico en países como España.

Pese a que media Europa está en recesión, para Angela Merkel siguen siendo válidas sus recetas: cumplir «de manera consecuente» las exigencias en materia de consolidación presupuestaria (recortes) y reducción de la deuda, así como un mayor compromiso por parte de los socios europeos.

La canciller alemana y lideresa de la CDU hizo esas consideraciones en el congreso de su partido en el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania, en el noreste del país y limítrofe con la Baja Sajonia, donde el próximo enero se celebran unas elecciones regionales que pueden ser consideradas un test serio para Merkel camino de los comicios estatales del próximo septiembre. Los partidos alemanes ya están en precampaña, con una temperatura política que subió de grados con la reciente designación del candidato socialdemócrata a la jefatura del Gobierno, Peer Steinbrück.

En ese clima, Merkel se ha prodigado en mensajes a favor de no levantar la mano con la disciplina inspirada por Berlín para afrontar la crisis del euro. La posibilidad de que Grecia pueda necesitar más auxilio financiero es una amenaza para la popularidad doméstica de la canciller y candidata a la reelección. Su firmeza reciente frente a las tesis del presidente socialista francés François Hollande y su resistencia a hacer concesiones a España, en aspectos como la recapitalización directa de la banca o la intervención del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados de deuda, han sido interpretados como signos de que, camino de sus compromisos electorales, la lideresa de Alemania, principal contribuyente económico de la UE, no está dispuesta a aflojar la presión. Una de las citas europeas más próximas es el pulso que se va a librar en el Consejo Europeo de finales de este mes sobre el presupuesto comunitario para el período 2014-20. Alemania encabeza de nuevo una posición partidaria de la máxima austeridad, de recortar drásticamente los fondos comunitarios.

Ante el compromiso electoral de 2013, Merkel parte por delante. Las encuestas le dan ventaja frente al socialdemócrata Steinbrück. Según un sondeo del instituto Enmid publicado ayer, el 51% de los encuestados votaría a Merkel en una elección directa, mientras que sólo el 26% lo haría por su rival, con lo cual la canciller aumenta su ventaja sobre el aspirante del SPD, que a finales de septiembre todavía contaba con el apoyo del 37% de los alemanes, frente al 46% de partidarios de Merkel.

La diferencia es aún mayor en el este del país, donde Merkel suma el 60% de apoyos, frente al 18% para Steinbrück, destaca la revista «SuperIllu» sobre los resultados del sondeo. Además, el 62% de los encuestados ve más competente a la canciller en asuntos de política europea, frente a un 17% que se decanta por Steinbrück. Incluso los propios votantes del SPD, un 60%, confían más en esta materia en la líder cristianodemócrata que en el candidato socialdemócrata (28%). Sólo en materia de política económica y financiera, el 42% de los encuestados ve más competente al aspirante socialdemócrata.

Algunos observadores, no obstante, consideran que la alianza de la CDU con los liberales de la FPD constituye un lastre para Merkel, que presumiblemente volvería a necesitar apoyos parlamentarios para gobernar. Según esas opiniones, no es descabellado que tras los comicios de septiembre de 2013 se reedite en el gobierno de Berlín la «Grosse Koalition» (gran coalición) que compartieron la CDU y el SPD en 2005. Steinbrück fue ministro de Finanzas en aquel tiempo, con Merkel en la Cancillería.

La canciller alemana Angela Merkel es más simpática, tiene mayor capacidad para imponerse y resulta más creíble que el candidato socialdemócrata a la Cancillería, Peer Steinbrück, según un sondeo del instituto Enmid publicado ayer por el semanario «Focus» en su edición digital. Además, la canciller se impone con diferencia en credibilidad a su oponente socialdemócrata, con un 48% de apoyos frente al 21%. Entre tanto, el 58% de los encuestados considera que Merkel tiene una mayor capacidad para imponerse que su rival, que suma un 24%.

La mitad de los alemanes cree que Merkel es más simpática que Steinbrück (21%), porcentaje que resulta aún menor para el candidato del SPD entre las mujeres encuestadas. En la foto, Angela Merkel, ayer, durante su intervención en un congreso regional de la CDU.