J. C. Martínez / Agencias

La multinacional japonesa Suzuki ha anunciado hoy su decisión "irreversible" de cerrar a finales de marzo de 2013 su planta de motocicletas de Gijón que actualmente daba empleo a doscientos trabajadores.

En una reunión mantenida esta mañana entre el presidente del Principado, Javier Fernández, y varios representantes de la empresa Suzuki se "ha intentando negociar otras alternativas al cierre", ha asegurado el consejero de Economía y Empleo, que ha considerado de "nefasta" la noticia del cierre de la planta de Gijón.

Según ha comentado Graciano Torre, Suzuki achaca el cierre "a las pérdidas económicas de la empresa" que han sido de 30 millones de euros en los últimos cuatro años, según los representantes de la compañía. El consejero de Economía y Empleo ha lamentado que la decisión sea "irreversible" y ha asegurado que "se han encontrado con la negativa de buscar otras soluciones".

Asimismo, Graciano Torre ha asegurado que la decisión del cierre "se ha tomado en Japón, en las altas instancias de la compañía" y no cree que "dependa del responsable de Suzuki en España". La compañía japonesa ha esgrimido, según ha comentado Graciano Torre, "la imposibilidad de producir en Europa". Hasta ahora la de Gijón era la única planta de Suzuki en el continente europeo".

El consejero de Economía y Empleo ha reiterado que han intentado "buscar otras soluciones" pero que los representantes de la empresa aseguraban que la "decisión ya estaba tomada". A partir de ahora "comenzarán a negociar con los trabajadores el cierre ordenado de la planta" ha sentenciado Graciano Torre.

Son 200 trabajadores los que se encuentran actualmente en la planta de Suzuki en Gijón, pero el consejero de Economía y Empleo ha asegurado que "es posible que mantengan la parte comercial de la venta de motos", por lo que el ERE podría afectar finalmente a un total de 170 trabajadores.

Respecto a la situación de Arcelor, el consejero de Economía y Empleo ha asegurado que ven la situación "francamente mal" y ha instado a las dos partes "ha que se esfuercen en llegar a un acuerdo" y ha tachado de "lamentable" la postura que están manteniendo ambos en la negociación.

Suspensión de pagos en otra planta en EE.UU.

Al mismo tiempo la filial de la marca en Estados Unidos, American Suzuki Motor Corporation (ASMC), ha decidido declararse en suspensión de pagos, acogiéndose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, con el fin de llevar a cabo una reorganización de su negocio y una reestructuración de sus operaciones.

Según informó la empresa en un comunicado, su intención es suprimir su actividad de ventas de automóviles nuevos en Estados Unidos para centrarse en el crecimiento a largo plazo, de la mano de las divisiones de motocicletas y productos marinos.

"La compañía ha determinado que el mejor camino para lograr esta realineación de una manera eficiente y ordenada es reestructurar sus operaciones bajo el Capítulo 11", añadió la empresa, al tiempo que señaló que la solicitud de suspensión de pagos se presentó en el Tribunal de Quiebras del Distrito de California.

La corporación señaló que a pesar de esta situación los propietarios de automóviles de Suzuki estarán protegidos, ya que todas las garantías se mantienen y el suministro de componentes y piezas continuará "sin interrupción" en la red de concesionarios de la firma.

Por otro lado, American Suzuki Motor Corporation explicó que mantiene un "firme compromiso" con los productos de Marina y Motocicletas, al tiempo que aseguró que esas divisiones están bien posicionadas en sus respectivos mercados.

"La realineación del negocio intenta mejorar la posición de American Suzuki Motor Corporation para el éxito a largo plazo y para su vuelta a las raíces de la compañía en el mercado estadounidense, en el que empezó con motocicletas y ha crecido para incluir ATV y productos marinos", añadió la corporación.

En este sentido, señaló que, tras evaluar su posición en el "altamente competitivo y regulado" mercado estadounidense, determinó que su división de Automoción estaba haciendo frente a "serios retos", entre los que se encontraban los bajos volúmenes de ventas, el limitado número de modelos de su gama, los tipos de cambio desfavorables o los altos costes.

La firma subrayó que la decisión de suprimir la actividad de ventas de automóviles en Estados Unidos "fue difícil de tomar", aunque destacó que dicha acción ha sido inevitable a raíz de las circunstancias actuales.

Por otro lado, la empresa afirmó que tratará de trabajar con los concesionarios de su red comercial en Estados Unidos para ayudar a llevar a cabo una reestructuración "suave" de ventas de automóviles nuevos a las operaciones de servicio y de posventa.