Oviedo, José Luis SALINAS

La nueva reforma laboral, en la que se facilitan los despidos e introduce importantes medidas para hacer más flexible la actividad en las empresas, no convence del todo a los empresarios asturianos. Los directores de los departamentos de recursos humanos de importantes compañías de la región (Duro Felguera, Capsa, General Dynamics, Daorje y la patronal FADE) discutieron ayer en Oviedo, en unas jornadas organizadas por la empresa de trabajo temporal Adecco y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), sobre las medidas que sus sociedades han tomado con la nueva legislación, y criticaron las «múltiples sombras» de esta ley. El consenso general es que esta reforma del mercado laboral español presenta una gran «inseguridad jurídica», y no facilita la contratación de personal.

l Duro Felguera. El director del departamento de recursos humanos de la ingeniera asturiana, Juan Outeiral, criticó la «inseguridad jurídica» que provoca la nueva reforma laboral, por las sentencias que se están dando en los juzgados en contra de algunas decisiones empresariales. «Hay importantes avances en flexibilidad», reconoció, «pero nos preocupa la sombra de que una vez adoptadas estas medidas puedan ser revocadas en un juzgado». Para su empresa, Outeiral aseguró que la aplicación de la reforma jugará un papel importante de cara al futuro ya que, señaló, «somos una empresa muy volcada con el mercado exterior y no contemplamos que nuestra actividad crezca en España, por lo que tendremos que replegarnos», en el sentido de reducir actividad en el país. También criticó con dureza las medidas incluidas en la legislación para fomentar la contratación. «Solemos crear bastante empleo, este año contrataremos unas 200 personas, pero ninguna mediante los nuevos contratos de la reforma laboral porque no responden a nuestras necesidades», señaló.

l Capsa. El director del llamado departamento de Personas de la empresa asturiana, filial de Central Lechera Asturiana, Laureano Cavia, también puso el acento en la inseguridad jurídica de la nueva norma. «Puede pasar que tras tomar una decisión sea el juez el que acabe decidiendo», explicó. También aseguró que «nuestra voluntad en todo caso es negociar un convenio porque creemos que es una herramienta imprescindible para poner cierto orden, otra cosa es que nos guste o no el que está vigente. Ojalá pudiéramos partir de cero para establecer el convenio que necesitamos».

l General Dynamics. La empresa, que en Asturias controla la fábrica de armas de Santa Bárbara, estaba inmersa en la negociación de su convenio colectivo cuando se aprobó la ley. La directora de recursos humanos, Cristina Fidalgo, reconoció que la normativa les permitió introducir en su nuevo convenio, firmado finalmente este mes, importantes medidas de flexibilidad laboral para adaptar las jornadas a los planes de trabajo de la empresa. También aseguró que «las medidas de la ley no facilitan la contratación en empresas como la mía».

l Daorje. La directora de recursos humanos de la compañía avilesina, Maricruz Rubio, puso el acento en las dificultades que pone la nueva legislación para prejubilar a los mayores de 50 años. «El objetivo de la reforma laboral era que las empresas recuperaran actividad, pero hay algunos costes extras que lo dificultan», apuntó.